
Imagen de una abuela cocinando. Sevilla
El truco infalible de las abuelas andaluzas para que el puchero quede exquisito: no se tarda más de un segundo
Este es el secreto de las cocineras más experimentadas para conseguir que este clásico del recetario salga de rechupete.
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El puchero es una de las insignias de la gastronomía española. Este se convierte en uno de los reyes de las casas durante los meses de frío gracias a que resulta ser una de las mejores opciones para entrar en calor. Además, hay muchos bares que no pierden la oportunidad y deleitan a sus clientes con un plato de esta receta o un vasito de su caldo.
Aunque es uno de los menús estrella en el recetario español, lo cierto es que en cada parte de España se cocina de una forma. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana a esta receta se le añaden las conocidas como pilotes -una especie de albóndigas de carne- y en lugar de legumbres se le echa, en ocasiones, pasta.
En Andalucía, se opta por servir un plato de caldo de pollo bien caliente -y por ende bastante reconfortante- con arroz o fideos. Además, no puede faltar un buen puñado de garbanzos, carne, zanahoria, apio y patatas.
Las abuelas andaluzas suelen preparar el puchero de manera tradicional, aunque, como en todo, los gustos y preferencias van marcando las recetas. Sin embargo, hay un truco infalible y casi milenario que hace que esta comida quede más espectacular aún.
Se trata de la hierbabuena. Aderezar el caldo del invierno por excelencia con un par de hojas de esta planta es obra de las cocineras más experimentadas. Las abuelas son las responsables de que cada vez más maestros de los fogones opten por aportarle a este plato un toque especial de esta manera.
Los ingredientes principales que utilizan las abuelas andaluzas para hacer el puchero perfecto son los siguientes: garbanzos, pollo, ternera, arroz o fideos y, según los gustos de cada cual, hay quienes agregan verduras como el apio, la zanahoria o los nabos y también patatas.
Así se elabora
La receta del puchero es muy fácil de hacer. Además, de ella salen otros platos que también están riquísimos como las croquetas -una de las ganadoras de la gastronomía española- o la ropa vieja, que deja con ganas de más a quienes la comen.
- Primer paso: poner a remojo los garbanzos hasta que estos se pongan blandos u optar por comprar los que vienen ya con este paso hecho.
- Segundo paso: después de lavar y pelar todas las carnes y verduras que se vayan a utilizar, estas se echarán en una olla grande con bastante agua y se dejará hervir por diez minutos. Una vez que ha pasado este tiempo, se retira el agua en el que habrán quedado todas las impurezas.
- Tercer paso: llenar de nuevo la olla con agua y añadir los garbanzos. Esta vez, el fuego deberá estar medio-alto.
- Cuarto paso: una vez que las verduras están hechas, estas se retirarán y se dejarán en la olla solamente las carnes con los garbanzos.
- Quinto paso: se sacan las carnes y los garbanzos y se deja reservar el caldo.
- Sexto paso: añadiremos fideos o arroz al caldo y lo dejaremos hervir hasta que queden lo suficientemente blandos. Aquí es cuando se le echan las hojitas de hierbabuena para aportarle un toque más potente.
La carne que hemos preparado -y la responsable de impregnar de sabor el caldo-, puede servir para varias cosas. En primer lugar, es la excusa perfecta para preparar una buena ración de croquetas con las que acompañar el puchero.
También hay quienes optan por cocinar ropa vieja con ella o, simplemente, quienes prefieren desmenuzarla y añadírsela al plato de puchero.
Lo que está claro es que, se elija la opción que se elija, las abuelas andaluzas han dejado la mejor herencia para este caldo. Y es que un plato de puchero no sienta igual si no tiene el toque de la hierbabuena.