Este pueblo de Sevilla registró solo 2 nacimientos en 2024

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Es cero turístico pero en este pueblo de Sevilla de 300 habitantes comes de maravilla: "No puedes perderte el sopeao"

Sevilla
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El Madroño es un pequeño municipio sevillano que registra 305 habitantes según los últimos datos de la Junta de Andalucía. La localidad mantiene un ritmo demográfico muy bajo, ya que en 2024 nacieron dos personas y fallecieron siete.

A pesar de su baja población y de su escasa proyección turística, el pueblo sorprende a quienes lo visitan por su gastronomía y su entorno natural. Los vecinos repiten que "no puedes perderte el sopeao", una receta propia que forma parte de su identidad.

El municipio vive marcado por un claro envejecimiento. El 36% de los vecinos tiene más de 65 años y casi el 11% es menor de 20. La edad media se sitúa en 53 años.

La gastronomía local es uno de sus grandes atractivos. El sopeao es su versión propia del gazpacho. Lleva pan, ajo, sal, vinagre, pimiento, tomate, aceite de oliva, agua y cebolla. La caldereta de chivo completa los platos más representativos del municipio.

El Madroño ocupa un enclave histórico en plena Vía de la Plata y conserva tradiciones muy arraigadas. Desde la Diputación de Sevilla destacan las Cruces de Arriba y Abajo y la celebración de la independencia del Castillo de las Guardas, municipio al que perteneció hasta 1921.

Ubicación

El pueblo se encuentra a las faldas de la Sierra de Aracena. El entorno permite descubrir grabados rupestres en el Cerro de El Riscal y el Monumento Natural de la Encina de Los Perros.

Este árbol alcanza una sombra de 600 metros cuadrados y se considera uno de los iconos naturales de la zona. También existen restos arqueológicos de Sierra Morena que revelan la importancia histórica del territorio.

La Ruta de la Plata fue durante siglos una vía clave de comunicación e intercambio cultural. En el Riscal se conservan petroglifos que los expertos consideran los más relevantes de la provincia de Sevilla.

Historia

Tartesios, fenicios y romanos conocieron las riquezas mineras de estas tierras, aunque los habitantes siempre mantuvieron una vocación agrícola y ganadera.

De esta época romana se han hallado monedas del reinado de Trajano. La población actual nació tras la repoblación cristiana y se ubicó cerca de caminos como el que unía Aznalcóllar y Zalamea la Real o la vereda de la Carne o de los Camello.

La localidad logró la emancipación administrativa en 1921, en pleno crecimiento económico de la cuenca minera. Hoy dependen de él las aldeas de El Álamo, Juan Antón, Juan Gallego y Villagordo.

Para llegar desde la capital de Andalucía hay que tomar la A-66 por la Ruta de la Plata, continuar por la salida 782 hacia la N-433 y seguir después por la A-476 y la C-421. El trayecto dura una hora y veinte minutos en coche.