
Vallas en Tomás de Ybarra al paso de El Cachorro. Sevilla
El Gobierno, sobre las vallas en la Semana Santa de Sevilla: "Si hay que hacer cambios en el dispositivo para 2026, se harán"
El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, reconoce que la Policía Nacional tiene el "afán de mejorar" para que se disfrute de las cofradías "en las circunstancias más favorables".
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El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, ha asegurado que la Semana Santa 2025 está siendo ya "objeto de revisión" por parte de la Policía Nacional. "Si hay que hacer modificaciones, se harán", ha recalcado.
Ha sido su respuesta ante las críticas que ha suscitado el dispositivo de seguridad por la presencia de vallas especialmente en los días finales. Se quejaron de ello hermandades como San Isidoro, cuya entrada quedó prácticamente vacía.
Al respecto, Toscano ha indicado que la Policía Nacional "hace constantemente modificaciones a su dispositivo y tiene un afán de mejorar" para encontrar "un doble equilibrio". El primero de los objetivos es "garantizar la seguridad", pero también "tratar de hacerlo en las condiciones que sean las más favorables posibles para que la gente pueda disfrutar".
Es por ello que ahora la Policía Nacional se encuentra en un "proceso de revisión crítica". De todos modos, se trata de una "costumbre" habitual siempre que se desarrolla un dispositivo.
Toscano ha asegurado que es la "operativa policial quien dirige el dispositivo" en cada situación concreta. "Eso forma parte de un documento técnico, que es una orden de servicio, que es donde se fija dónde tienen que estar ubicados" los elementos que limitan la movilidad.
Sin incidentes de gravedad
En cualquier caso, Toscano ha hecho un balance positivo del dispositivo de seguridad. Ha recordado la "ausencia de incidentes de gravedad", más allá de la explosión de una arqueta eléctrica en la calle Relator cuando la Macarena pasaba cerca. Se llegaron a generar algunas 'carreritas' tras el fuerte estruendo.
"Hubo algunos minutos de nerviosismo, pero creo que con la respuesta acelerada y adecuada de todo el mundo pudimos pasar esos minutos", ha recalcado. Por ello, ha agradecido el trabajo a Policía Nacional, a la propia hermandad de la Macarena y al público que se encontraba allí.
En cuanto a las vallas, ha diferenciado entre las que se colocan a la entrada y salida de las hermandades, que en muchos casos, son solicitadas por las propias hermandades para organizar sus cortejos. Igualmente, también ha reconocido que son "cómodas" para el propio dispositivo ya que indican a la gente con antelación dónde se tiene que colocar.
Las tres zonas críticas
Por otro lado, ha incidido en los aforamientos. Se activan en "espacios donde hay una afluencia muy importante de personas y movimientos encontrados". "Eso genera unos tapones que son un problema de seguridad ciudadana", ha asegurado.
Así, se controlan especialmente tres puntos: la zona del Arco del Postigo, el eje Placentines-Alemanes y luego la zona de Francos y Cuesta del Rosario.
En este caso, ha subrayado Toscano, se actúa de manera "dinámica y variable". Es decir, en función de la situación se hacen acotaciones para "garantizar la seguridad de quienes van a disfrutar de ver las propias hermandades". Además, se establecen "pequeños pasillos de seguridad por si hay algún incidente".
Sin embargo, algunas de estas decisiones han generado polémica, sobre todo en el Viernes Santo, donde el recorrido de vuelta de San Isidoro contó con poco público por dichas restricciones. Algo parecido pasó en el Arco del Postigo al paso de Montserrat.
Desde la subdelegación de Gobierno en Sevilla reconocen el problema y por ello el dispositivo de 2025 está "en proceso de revisión" para conseguir que no se vuelvan a repetir dichas escenas siempre que la seguridad esté garantizada.
"Relación fluida" entre administraciones
Por su parte, ha asegurado que hay "una relación muy fluida" con el resto de administraciones que participan en estos dispositivos. "Por encima de cualquier sigla política, está la lealtad institucional", ha recordado.
"Hay un trabajo previo de meses en el que participan distintas administraciones, el sector privado también participa y se desarrollan de manera razonable", ha subrayado Toscano. En todas ellas, se buscan resolver los puntos "en los que no hay acuerdo", que existen, tal como ha reconocido.