
Imagen de los nazarenos con los cirios. Sevilla
La clave perfecta para quitar la cera de las túnicas de nazareno después de la Semana Santa: no deja rastro de manchas
Después del Domingo de Resurrección, los sevillanos se ven envueltos en la tarea de dejar todas las prendas usadas impolutas.
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Cada año, la Semana Santa deja una larga lista de huellas tras su paso. Las calles de la ciudad ya no están abarrotadas de vallas, los dispositivos especiales -tanto de seguridad como de limpieza- están desactivados y los sevillanos quitan la decoración de sus balcones.
Concluida la Semana Santa, todo vuelve a la normalidad en Sevilla. Pero no solo se recogen los útiles que decoran y adecúan el centro de la ciudad. También en las casas de los sevillanos comienzan a guardarse los capirotes y túnicas que han sido el centro de atención durante días.
Sin embargo, los elementos típicos de la fiesta andaluza muchas veces hacen estragos en la ropa. No son pocos los sevillanos que, pasado el Domingo de Resurrección, se ven envueltos en la ardua tarea de adecentar las túnicas de nazareno o los trajes de chaqueta que han lucido durante alguna jornada.
Cada año, la cera que cae de los cirios mancha la ropa con la que los cofrades acompañan a sus devociones. Capirotes, túnicas y capas, todo acaba marcado por la cera.
Para muchos cofrades, la vestimenta que llevan durante la estación de penitencia es algo que se reutiliza de un año a otro e incluso pasa de generación en generación. Por este motivo, lo normal es que los sevillanos echen horas y sufran algún que otro quebradero de cabeza para quitar los restos de cera impregnados en la ropa.
No obstante, hay una serie de trucos infalibles para zafarse de las manchas que deja tras de sí la Semana Santa. Se trata de unos remedios caseros muy sencillos de hacer, desconocidos para ciertos cofrades y que le dan una segunda vida a la prenda.
Lo primero que hay que procurar es que la cera no pase demasiado tiempo en la ropa. Cuanto más tiempo esté la túnica con la mancha, más difícil será deshacerse de ella. Aunque esto último no es sinónimo de intentar retirar la cera al momento, puesto que esta debe estar fría -y, por ende, sólida- para que sea más fácil despegarse.
El truco perfecto
El truco más usado es el que tiene a la plancha como protagonista. Una vez se ha solidificado la cera, esta se debe retirar con una espátula o cuchillo. Hay que tener cuidado con dicho paso porque, en el caso de darle a la tela con la parte afilada del cuchillo, la misma se puede estropear.
Una vez que ya se haya retirado la capa gruesa de cera, quedarán partículas en el tejido. Estas son mucho más difíciles de quitar. Para ello, lo que hay que hacer es poner papel absorbente a ambos lados de la ropa y dar calor con la plancha a potencia baja o media. De esta forma, los restos de cera se evaporarán y los absorberá.
Otros remedios caseros
Hay algún que otro truco más que usan los sevillanos para librarse de las manchas post-Semana Santa. Hay quienes, después de haber raspado la capa gruesa de cera, vierten un poco de agua oxigenada para que desaparezcan los restos.
Muchos cofrades optan por realizar el mismo procedimiento pero con bicarbonato de sodio. Sin embargo, al contrario que el agua oxigenada, este hay que dejarlo reposar durante un par de horas y, posteriormente, frotar suavemente con un cepillo sobre la mancha.
En definitiva, el final de la Semana Santa supone todo un reto para aquellos que salen de nazarenos y acaban con las prendas con manchas de cera. Sin embargo, todo cofrade que se precie utiliza esta serie de trucos infalibles para dejar las túnicas impolutas.