Sevilla
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La Semana Santa se vive en Sevilla por todo lo alto. Sin embargo, hay algún que otro rincón en el que las emociones afloran más de lo normal. Como es el caso de la Macarena, una de insignias de la época del incienso en la hispalense.

Si con alguna otra devoción comparan a la Virgen que acompaña al Sentencia esa es, sin lugar a dudas, la Esperanza de Triana. Sin dejar de admirar a la otra, todos los sevillanos se dividen y se decantan con una de las imágenes. Pero cada barrio tira para lo suyo.

Por eso, Isabel (59), vendedora de la ONCE en la calle San Jacinto, una de las principales arterias de Triana, lo tiene claro. Su favorita es la trianera. Tal vez que se haya bautizado en la Capilla de los Marineros y haya crecido jugando en las calles del barrio sevillano tiene algo que ver.

¿Qué es lo mejor de la Semana Santa?

El ambiente que se crea y las Vírgenes. A mí se me saltan las lágrimas con ellas, son muy bonitas. 

¿Qué es lo peor de la Semana Santa?

La bulla, no hay quien me haga cambiar de opinión. Las bullas me quitan las ganas de ir a ver la Semana Santa. 

¿Qué significa para usted la Semana Santa?

Una fiesta muy bonita que da mucha alegría. Aunque yo tiro más para la Feria porque es más cómoda, la Semana Santa es algo que hay que vivir. 

¿Cómo hay que moverse en una bulla?

Yo siempre busco los puntos claves. Pero hay que echarle mucha paciencia. 

¿Cuál es su hermandad favorita?

La Esperanza de Triana. Me bauticé en la Capilla de los Marineros y me he criado en Triana. 

¿Cuál es su calle favorita para ver los pasos de Semana Santa?

A mi me gusta mucho Pagés del Corro. La Esperanza de Triana se ve muy bien ahí.