Desde febrero hasta -este año- mayo, las casas de muchos sevillanos son un auténtico baúl de tamaño XL. Túnicas de nazarenos, capirotes, trajes de chaqueta, vestidos de flamenca, mantones y flores protagonizan las estancias de los hogares hispalenses.
No obstante, los vecinos de la Giralda saben que cada cosa a su debido tiempo y por eso ponen el foco primero en la Semana Santa. Esta fiesta se corona como una de las épocas favoritas de los sevillanos. Y es que, sea cofrade o no, la mayoría de los habitantes de Sevilla sale al menos un día a ver las procesiones.
Eva María Pérez (50) es dueña de una tienda de moda en el barrio de Nervión. En su escaparate asoman los vestidos de flamenca y ella es más de Feria de Abril que de Semana Santa. Pero, aún así, hay una serie de hermandades a las que no falta.
¿Qué es lo mejor de la Semana Santa?
Lo mejor de la Semana Santa es que en Sevilla se hace un pequeño parón. Solo huele a incienso, azahar y las calles están repletas de gente y música. Es una semana muy especial para los sevillanos y para mucha gente que viene de fuera.
¿Qué es lo peor de la Semana Santa?
Para el que no le guste mucho la Semana Santa, pasear o ir a comer se hace un poco incómodo porque es una semana en la que solo hay pasos. Pero siempre tenemos la opción de irnos fuera, si tenemos vacaciones, y descansar.
¿Qué significa para usted la Semana Santa?
Yo no soy una persona muy devota. Me gusta ir algunos días, pero no soy la típica persona que durante toda la semana está recorriéndose las calles de Sevilla. Para mí significa armonía, primavera, azahar y disfrutar del sol.
¿Cuál es su hermandad favorita?
No tengo una hermandad favorita en sí, pero si es verdad que me considero trianera. Nací en la calle Betis y me he criado en Triana. Entonces, para mí la Esperanza de Triana tiene un simbolismo muy especial y me encanta. Pero también me gusta la Macarena y hay pasos que realmente son preciosos.
¿Ha cambiado mucho la Semana Santa desde su niñez?
Sí ha cambiado. Ahora que vivo en el Aljarafe la vivo de otra forma.
¿Cómo se la imagina dentro de 20 años?
Me la imagino igual. Yo creo que la Semana Santa, como la Feria de Abril, que también la vivimos tan intensamente, son cosas que, aunque venga más gente, no van a cambiar mucho porque forman parte de la idiosincrasia de la ciudad.
¿Qué estampa nunca se pierde de la Semana Santa?
Ver el cristo de Las Tres Caídas en el Altozano. Aquí hace una parada muy bonita. Pero también me encanta ver Los Panaderos en la plaza del Salvador. Hay una esquina en la que para el paso y se queda como diez minutos dando la vuelta y es maravilloso.
No es igual ver una procesión en una calle que verla en otra. Depende de la calle, de lo estrecha que sea, de la curva... y para eso hay que ver mucha Semana Santa.