El Cristo de la Sangre de San Benito, en una Campana con paraguas abiertos.

El Cristo de la Sangre de San Benito, en una Campana con paraguas abiertos. EP Sevilla

Semana Santa

Sevilla cierra la peor Semana Santa de su historia moderna: lluvia, masificación y un mar de controversias

Al margen de 2020 y 2021, suspendidas por la pandemia, nunca hubo tan pocos pasos en la calle.

31 marzo, 2024 20:42
Sevilla

Sevilla ha cerrado la peor Semana Santa de su historia moderna, al margen de las de la pandemia. No salieron 38 procesiones por culpa de la lluvia, más del 60 por ciento de las 61 que integran la nómina entre el Domingo de Ramos el de Resurrección. Ha superado a la del 2011, cuando 31 cofradías se quedaron en casa.

Tras unas vísperas plenas, la meteorología se convirtió en el enemigo número uno de las hermandades desde el primer minuto.

Este factor ha dejado algunas imágenes históricas, como los traslados de La Paz, La Cena y Jesús Despojado en la mañana del Martes Santo.

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Del mismo modo, la lluvia también ha generado situaciones polémicas y controvertidas, como la decisión de El Carmen Doloroso de seguir adelante con la estación de penitencia pese a que la lluvia arreciaba. Su hermano mayor, José María Ferrero, tuvo que pedir perdón y reconoció que la decisión fue equivocada.

En la misma jornada, una de las más pasadas por agua, salió el gran estreno de la Semana Santa, el nuevo misterio de El Buen Fin. También se mojó, pero decidió resguardarse en la Catedral. 

En este caso, su hermano mayor, Juan Antonio Díaz Rico, aseguró en una carta que manejaban otros partes meteorológicos y les “sorprendió la lluvia”. No obstante, las imágenes no sufrieron ningún deterioro, según dijo.

Decisiones adelantadas

La lluvia ha traído escenarios nuevos a la Semana Santa de Sevilla. Uno de ellos lo estrenó El Cristo de Burgos al anunciar con casi seis horas de antelación que no realizarían la estación de penitencia. 

Pasión siguió un camino similar el Jueves Santo, al igual que La Carretería el Viernes Santo. Los nazarenos no tuvieron ni que vestirse. Incluso La Esperanza de Triana se adelantó tres horas.

Este tipo de anuncios han generado debate sobre la preservación del rito. Unos los defienden al apostar por la comodidad de los hermanos y evitarles una mojada. 

Otros muchos creen que la estación de penitencia comienza en casa, como indican las reglas. Así, eliminar el camino a la iglesia supondría una pérdida de la esencia. El debate está servido de cara a los próximos años.

Masificaciones

En una fiesta en la que el público es un actor fundamental, su comportamiento es crucial en el desarrollo. El 2024 ha consolidado la masificación de la Semana Santa, que cada vez atrae a más turistas nacionales e internacionales. La bulla es cada vez menos móvil, lo que dificulta el desplazamiento de un punto a otro. Todo ello, pese a que se han visto menos sillitas.

Con menos cofradías en la calle por la lluvia, el público se concentró en menos lugares. Esto agrandó la sensación de apretura, especialmente en lugares como en las Cuestas del Bacalao y del Rosario. Entradas como las del Dulce Nombre, otros años más liberadas, fueron inabordables. El Postigo también aglomeró mucho público el Lunes Santo con San Gonzalo y Las Aguas.

Durante jornadas como el Domingo de Ramos, ante la incertidumbre de la lluvia, la masa sí fue deambulante, en busca de pasos que aceleraban o ya no saldrían de la Catedral. Sucedió cuando solo se podía ver a La Cena en el entorno de Órfila. 

También cuando hubo tapones para intentar ver a La Borriquita, que entró con una hora de antelación. Otros hacían su apuesta personal en Molviedro esperando un regreso de Jesús Despojado. Nunca llegaría. 

El foco de las bandas

Fue una Semana Santa de colas en los templos y largas esperas. Algunas fueron con paraguas esperando salidas. Otras para ver a misterios y escuchar bandas. Así se vivió una de las escenas más polémicas, cuando el misterio de la Presentación del Pueblo recibió abucheos tras hacer dos revirás a tambor por la Alfalfa.

Alrededor del misterio de Las Aguas también se registraron grandes masificaciones el Lunes Santo. Lo acompañaba el Rosario de Cádiz, protagonista con su marcha Eternidad del anuncio ‘Andalusian Crush’ que la Junta ha llevado a Estados Unidos. Esta agrupación se ha convertido en uno de los grandes fenómenos de la Semana Santa. Solo pudo tocar en esa jornada por la lluvia.

Las bandas atraen hoy gran parte de los focos y captan nuevos públicos ansiosos de contemplar escenas para el recuerdo. Paralelamente, los músicos también sufren cuando el público se agolpa detrás de los pasos y los aleja de ellos, tal como sucedió con el misterio de El Dulce Nombre.

Cuando la Esperanza de Triana anunció que no salía, surgió otra de las polémicas de la semana. Las petaladas desperdiciadas y las saetas cantadas en la calle Pureza fueron virales y recibieron un rechazo mayoritario en redes.

Ausencias

Aunque la emoción y la belleza siempre se abren paso, ha sido sobre todo una Semana Santa de ausencias. Solo San Gonzalo pudo cruzar el Puente de Triana. Después de 13 años no hubo Madrugada. Se rompió la racha de La Estrella. Era la hermandad que más tiempo llevaba sin suspender su salida. Hacía 21 años.

Las cofradías apenas pasaron por el Postigo, más allá del Lunes y el Martes Santo. El Carmen de Salteras no tocó ni una vez. 

El regreso de los pasos de El Buen Fin a su templo el Domingo de Resurrección ha dado el carpetazo a una Semana Santa que quedará para el recuerdo por la frustración y que ha abierto muchos debates de cara al futuro.