La doctora Auxiliadora Caballero García, coordinadora del Servicio de Urgencias Generales y de Especialistas Hospital Quirónsalud Infanta Luisa
Quironsalud advierte que sufrir calambres musculares puede ser un síntoma de un golpe de calor
El Hospital Quirónsalud revela los principales síntomas que experimentan las personas al principio de un golpe de calor, que afecta más a niños y ancianos.
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Malestar, agotamiento, sudoración o calambres musculares. Estos son algunos de los primeros síntomas que alguien sufre con un golpe de calor.
Los colectivos más vulnerables ante el aumento de las temperaturas son niños menores de cuatro años y ancianos mayores de 70. A quienes se les suman los deportistas que practican ejercicio en el exterior.
Esto es algo que preocupa especialmente a los sevillanos, ya que en la capital andaluza cada vez aumentan — y también se adelantan — más las temperaturas.
A menudo, los síntomas no llegan solos y vienen acompañados de otros como una elevada temperatura corporal y una alteración del nivel de conciencia.
Para evitarlo, desde el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa recomiendan acudir a los servicios de urgencias cuanto antes porque la peor de las consecuencias puede ser la muerte.
Qué se entiende por golpe de calor
Desde el centro médico explican que un golpe de calor se trata de una condición física que se produce cuando el organismo no es capaz de regular y eliminar el exceso de temperatura acumulado en el cuerpo.
Si este incremento de temperatura corporal por encima de los 40 grados se mantiene, puede producirse un fallo multiorgánico con consecuencias fatales.
La doctora Auxiliadora Caballero García explica que existen varios estadios de gravedad y que cada uno presenta una determinada sintomatología asociada.
También explica que, básicamente, los síntomas dependen del tiempo expuesto a las altas temperaturas o de si se ha realizado ejercicio físico al aire libre.
El mal cuerpo
La profesional médica aclara qué es lo que se siente al principio: "Se comienza notando malestar generalizado, astenia, sudoración y calambres musculares".
Y lo del agotamiento no es ninguna casualidad. "Se debe a una pérdida significativa de agua, de sal, o una combinación de ambas", detalla la coordinadora del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud.
En cuanto a fases posteriores, los síntomas se vuelven más evidentes. "Si se observa agotamiento, una temperatura corporal superior a 40 grados y una alteración del nivel de conciencia, hay que acudir a urgencias", sentencia la doctora.
Además, Caballero recuerda que la sintomatología afecta en mayor medida a las edades más vulnerables, aunque también tiene mucha incidencia en quienes presentan enfermedades crónicas.
Mejor en casa
En Sevilla existe una creciente preocupación por este fenómeno, que este año ni siquiera ha esperado al inicio de verano para instalarse en la ciudad.
De hecho, la primera gran ola de calor del año se produjo durante el pasado mes de mayo. Mes en el que los termómetros de la calle llegaron a marcar 42 grados y batieron récords históricos.
Ante este panorama, como apunta la doctora Caballero, la clave está en percatarse a tiempo y en actuar con celeridad para evitar llegar a mayores ya que se trata de una condición prevenible.
De nuevo, la doctora recuerda que lo más recomendable es evitar la exposición directa al sol durante las horas centrales del día, permanecer en sitios frescos y ventilados, e hidratarse en abundancia.