Exterior del Hospital Universitario Virgen del Rocío.

Exterior del Hospital Universitario Virgen del Rocío. María José López - Europa Press Sevilla

Salud

Una familia reclama 223.000 euros al SAS por la muerte de su hija tras recibir un fármaco sin las pruebas previas obligadas

Un informe del Instituto de Medicina Legal señala que no se cumplieron las advertencias de la ficha técnica del medicamento antes de administrarlo.

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Los padres de una niña de 12 años han reclamado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) una indemnización de 223.289 euros por la muerte de su hija, tras un tratamiento con Adalimumab, un fármaco inmunosupresor.

La menor, que tenía un Retraso Madurativo y una Enfermedad Inflamatoria Intestinal tipo Crohn, falleció en julio de 2018 tras más de un mes ingresada en el Hospital Virgen del Rocío.

Un informe forense concluye que no se descartó la presencia de una infección, un protocolo que sí exige la ficha técnica del medicamento.

El documento fue elaborado por el Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla a petición del Juzgado de Instrucción número 16, en el marco de unas diligencias previas abiertas tras la denuncia presentada en 2019 por el abogado Pedro Arnaiz, especialista en Derecho Sanitario.

El informe se basa en la historia clínica remitida por el hospital sevillano y fue trasladado al juzgado el pasado 8 de abril.

El IML explica que, aunque se descartó el uso de Infliximab, sí se administró Adalimumab el 30 de mayo de 2018. La ficha técnica del fármaco exige hacer pruebas para detectar infecciones, incluida la tuberculosis, antes de iniciar el tratamiento.

También recomienda aplicar profilaxis antituberculosa en pacientes con factores de riesgo, aunque den negativo en la prueba de la tuberculina.

Tras recibir la primera dosis, la menor presentó síntomas respiratorios. Fue diagnosticada de una infección y remitida a su domicilio con antibióticos. A los pocos días, empeoró e ingresó en la UCI.

Falleció el 25 de julio por una hemorragia intraalveolar masiva. La necropsia confirmó que la causa fue una tuberculosis diseminada provocada por una Micobacteria Tuberculosa (TBC complex).

El informe del IML subraya que el SAS no valoró el riesgo de infección antes de administrar el medicamento, a pesar de que la ficha técnica lo indica de forma “fehaciente”. Tampoco se reconsideró tras los primeros síntomas, lo que, según los forenses, podría haber evitado el desenlace.

El Servicio Andaluz de Salud ha sido preguntado por EL ESPAÑOL al respecto, pero han considerado no pronunciarse, al igual que el centro hospitalario.