Imagen de archivo de una niña con un familiar.

Imagen de archivo de una niña con un familiar. EP. Sevilla

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Insomnio y cambios en la conducta: los síntomas que pueden revelar acoso escolar como el que sufrió Sandra Peña

La psicóloga Úrsula Magrid afirma que "una alteración en el comportamiento de los menores esconde algo detrás". 

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Sevilla
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El suicidio de Sandra Peña tras supuestamente ser víctima de acoso escolar por parte de tres compañeras ha vuelto a poner el foco en las situaciones que se sufren en los centros educativos y que en muchas ocasiones pasan desapercibidas a ojos de la familia y del profesorado.

Úrsula Magrid, una psicóloga sevillana especializada en Psicología Infantil y Adolescente, detalla cuáles son los síntomas a los que hay que estar pendientes y que pueden revelar un posible caso de abuso escolar.

La experta señala directamente a la conducta de los menores. En este sentido habla de cambio en su comportamiento habitual como, por ejemplo, niños que empiezan a portarse peor. "Siempre que hay una alteración en la conducta de los niños es porque hay algo detrás", aclara a EL ESPAÑOL de Sevilla.

Asimismo destaca que en muchas ocasiones los menores que sufren 'bullying' en el colegio también acarrean insomnio y comienzan a presentar episodios continuados de dolor de barriga por los que piden faltar a las clases, entre otros síntomas.

Al contrario de lo que muchos puedan pensar, "no existe un perfil" de un niño que es víctima de abuso escolar. Tampoco de acosador.

La psicóloga apunta que cualquier menor puede vivir este tipo de situaciones. En esta línea, subraya el hecho de que "alguien que es tímido puede ser víctima de acoso por el simple hecho de serlo y alguien que es más extrovertido también", no hay distinciones.

Más pacientes en las consultas

Según la experta, "cada vez hay más pacientes" que visitan su consulta por haber sufrido vejaciones y humillaciones en su centro educativo. Señala que la "mayoría de los padres traen a sus hijos porque notan un cambio en su comportamiento, aunque finalmente se descubre que esta alteración se debía a una situación de acoso escolar".

"Afortunadamente ahora se conoce, los niños hablan de ello y el estilo educativo es diferente", sostiene Úrsula. En este sentido destaca que "el cambio ha sido en los últimos años" y que, aunque los padres siempre se han preocupado por el bienestar de sus hijos, ahora "se fijan mucho más en su cómo actúan".

En paralelo, la psicóloga infantil recalca que "el acoso escolar no es solo insultar o pegar, sino también ignorar o reírse ante una intervención en clase".

La atención psicológica en cada caso es totalmente personalizada. Aunque no hay un tratamiento general para las víctimas de 'bullying', Magrid afirma que "hay que incluir al colegio y a las familias en el proceso, conocer el contexto en el que se mueven los menores".

Trabajo con las familias y colegios

Para ello, Úrsula Magrid trabaja con el test SENA, una herramienta que no es de uso obligatorio pero que ayudar a conseguir una aproximación. Este consiste en una serie de preguntas que deben contestar tanto los niños como sus familiares y el centro educativo.

Aunque la psicóloga destaca que la mayoría de los colegios se prestan a hacerlo "sin problemas", sí se ha encontrado casos en los que los centros se han mostrado más reticentes.

La prevención de la conducta suicida es uno de los puntos clave que tratan las diferentes instituciones. Por su parte, la Junta de Andalucía dispone de un protocolo que marca cómo deben actuar los centros educativos ante un posible riesgo autolítico por parte del alumnado.

Magrid afirma que en sus consultas pregunta de forma directa a los menores por posibles pensamientos suicidas. En este caso, destaca, "la obligación del profesional es avisar a los padres", convirtiéndose este punto en el único en el que hay una excepción de la confidencialidad del paciente.

En la mayor parte de los casos en los que se trabaja hay una serie de ítems que alertan y que obligan a los profesionales a poner en conocimiento del colegio la situación.

Los psicólogos también atienden a quienes se encuentran en el otro lado de la balanza, aquellos que, en lugar de recibir el acoso, lo ejercen. Según Úrsula, hay que "trabajar el respeto a los límites y el control de las respuestas de las emociones".

Asimismo, sostiene que, aunque la "casuística es muy grande, se trabaja la empatía, qué pasaría si se lo hicieran a un familiar".

Petición de Juanma Moreno

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, pidió el pasado martes la prohibición de los móviles y las redes sociales a aquellos menores que hayan participado en acoso escolar hasta que cumplan los 18 años.

Al hilo de esto, Úrsula señala que "la clave está en para qué se usa el móvil" y señala no solo el posible abuso que se pueda ejercer mediante las plataformas, sino los efectos que acarrea en los niños como "la pérdida de comprensión lectora y razonamiento".

Preguntada por el tratamiento que está haciendo la familia de Sandra Peña del caso de suicidio, la psicóloga defiende que "viene muy bien para concienciar a la sociedad mostrar la injusticia que se ha producido". Asimismo, señala que "si es lo que necesita la familia para pasar el duelo, está bien, no perjudica a nadie".

La opinión de la psicóloga llega justo cuando se ha conocido que la Fiscalía de Menores ha ordenado a las redes sociales que eliminen las fotografías que se habían difundido.

Y es que desde la semana pasada las imágenes de las tres menores que supuestamente habrían acosado a Sandra Peña junto a sus direcciones y nombres de usuario habían sido publicadas en diferentes plataformas digitales. Fuentes cercanas al entorno de las menores han señalado a este periódico que "no están asistiendo a clase estos días".

Asimismo, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, afirmó que el colegio Irlandesas Loreto, centro en el que estudiaba Sandra, estaba siendo custodiado por agentes de la Policía Nacional para evitar cualquier episodio violento.