
Interior de la tienda de moda vintage Wonder. Sevilla
Sevilla se viste vintage más barato que otras ciudades: desde un chaleco de 1.000€ hasta una camisa de 20€
Mercedes, dueña de la tienda Wonder, destaca que en la hispalense los precios bajan porque los sevillanos son más reacios a comprar este tipo de prendas.
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El negocio de las tiendas vintage cada vez atrae a más público. Ahora no es extraño adquirir una prenda original, con varias décadas y de personalidad arrolladora por menos de la mitad de su precio habitual. La calle Feria, la arteria principal del barrio de la Alameda, es la cuna de la moda vintage en Sevilla.
Mercedes, dueña de la tienda de ropa Wonder, confiesa que "la misma prenda, si se vende en Sevilla puede llegar a rebajar su precio a la mitad del que tendría si se vendiese en ciudades como Madrid o Barcelona".
El motivo de que la capital andaluza se vista vintage por menor precio está claro. "Los sevillanos son más reacios a comprar ropa de segunda mano y la mayoría no son conscientes del trabajo que hay detrás", señala.
Actualmente, en el escaparate de esta tienda impera su prenda más cara: un vestido Versace de 200 euros que, "si no se vendiese en la hispalense, podría alcanzar los 500 o 600 fácilmente".
Asimismo, en el resto de establecimientos también se venden artículos de lujo como un chaleco de Dolce Gabanna que Carlota, de Nonna's Vintage, ha etiquetado por más de 1.000 euros. "Es una pieza única de la colección de 1993 y que desfiló en la pasarela", defiende.
Piezas auténticas como seña
No obstante, en las tiendas vintage también se da con gangas como camisas hawaianas auténticas que no superan los 30 euros. Esta prenda es la seña de identidad de Jueves Ropero, una de las primeras tiendas de la calle Feria.
"Hay una mala concepción sobre la industria vintage. La gente cree que es mercancía muy usada o que la compramos por lotes, y para nada es así", defiende Carlota.

Vestido Versace de 200€, la prenda más cara de Wonder. Sevilla
Esta empresaria destaca que "hay un largo proceso hasta traer la ropa a la tienda" que consiste en "curarla y hacer una ardua selección e investigación para saber de dónde viene".
Al contrario de lo que muchos puedan pensar, empresarios de la ropa vintage como Mercedes se trasladan hasta otros países para hacerse con verdaderas joyas.
Así se seleccionan
"La semana pasada estuve en Italia y cada día pasé más de ocho horas en un almacén buscando prendas para traer a Sevilla. Hay que asegurarse de que no tengan taras y estén en buen estado", señala.
En paralelo, Santiago destaca que "todas las tiendas de este estilo hacen un minucioso trabajo a la hora de seleccionar las prendas" y confiesa que "más de una vez alguien ha intentado colar alguna imitación".
No obstante, defiende que "después de tantos años con el negocio en marcha, es muy difícil que se cuele alguna prenda falsa".
"Sevilla por detrás"
Estos tres amantes de la ropa vintage destacan que comprar ropa de segunda mano es "lo más normal en otros países". Sin embargo, Mercedes confiesa que "Sevilla siempre va por detrás aunque ahora la gente se esté sumando más a esta alternativa".
Jueves Ropero lleva 15 años despachando verdaderas reliquias en la calle Feria. A lo largo de su vida, su mostrador ha sido testigo de cómo "la mentalidad de la gente ha ido cambiando".
"Antes los clientes entraban con sensaciones raras, eran más recelosos. Ahora comprar moda vintage se ve como algo guay y una oportunidad para ayudar el medio ambiente y combatir el consumo rápido y compulsivo de ropa".
Durante esta década y media, su escaparate -repleto de color y prendas con varios años a sus espaldas- ha visto como han ido aflorando casi una decena de tiendas vintage en la misma zona.
Competencia sana
"Somos como una gran tienda formada por mucha pequeñas. La competencia aquí es sana; cada comercio tiene prendas completamente diferentes", afirma Santiago.
Asimismo, tanto Mercedes como Carlota coinciden en que "en otros países los establecimientos de este tipo de ropa también están congregados en un mismo barrio".
"La mayoría de nuestros clientes son turistas, y es mucho más cómodo hacer una ruta vintage cuando todas las tiendas están en una misma zona", destaca Mercedes.

Bolsos de lujo de Nonna's Vintage. Sevilla
En paralelo, la dueña de Wonder señala que la ubicación perfecta para las tiendas vintage debe ser "céntrica y alternativa", como es el caso de la calle Feria.
El americano, el mejor cliente
En cuanto a los sevillanos que optan por la moda vintage, la clientela es de lo más variada. Mientras que desde Wonder y Nonna's afirman que "sobre todo es gente joven, con la mente más abierta y que en muchas ocasiones tiran de sus padres", Santiago destaca que "muchos clientes mayores vienen atraídos por las modas de su época".
El presupuesto del que cada cliente dispone es de lo más variado. Desde Jueves Ropero señalan que "si alguien lleva buscando una prenda concreta mucho tiempo, esa persona paga lo que sea".
Por otra parte, la dueña de Wonder mantiene que "hay quienes solo compran una prenda por 30 euros o quienes se hacen con unas cuantas y se gastan unos 100". Sin embargo, esta empresaria también destaca que "los americanos pueden dejarse unos 500 o 600 euros".
Artículos de series
Las tiendas vintage aguardan verdaderas joyas. Ejemplo de ello es una de la chaquetas que Santiago vendió y que protagonizó uno de los episodios de la uno de los episodios de la serie japonesa Akira.
"Era una pieza única, original y de una calidad excepcional que se vendió por 200 euros a un fan", afirma. Nonna's Vintage también aguarda cientos de euros en una de sus estanterías. La misma está repleta de bolsos de firma que superan los 900 euros.