No hay Cuaresma sin cartel. La Semana Santa es una de las celebraciones más esperadas en España, en Andalucía y especialmente en Sevilla. Cada año, los carteles que la anuncian se convierten en un reflejo de la devoción, el arte y la cultura que rodean a esta tradición. En los últimos tiempos, algunos de sus diseños se han hecho virales en las redes, generando debates y polémicas que trascienden las fronteras locales, nacionales e incluso internacionales.
El periodo de 40 días que precede a la Semana Santa, es un tiempo de reflexión y preparación. En Sevilla se adelanta año tras año con eventos y actividades que buscan mantener viva la tradición y la devoción. Acabamos de salir de una Cuaresma Magna y ya estamos inmersos en otra nueva. Este anticipo también impulsa la creación y difusión de los carteles que anuncian actos relacionados con la Semana Santa. De ello me alegro por nuestros artistas y diseñadores. Desbordados. Saturación de noticias y de carteles. “No sé dónde lo leí, no sé en qué perfil lo vi” ¡Ay Madre!
Año tras año Sevilla está ahí, en primera línea. Uno de los ejemplos más recientes ha sido el cartel viral de la Cuaresma de Utrera 2025. Realizado por Gonzalo Quesada, presenta una imagen de Cristo sobre un papel de estraza, imagen que ha generado tanto admiración como controversia, y que apareció en los espacios de muchos medios.
En 2024 ya lo vimos también. Fue el cartel de la Semana Santa de Sevilla del Consejo de Hermandades y Cofradías, obra del pintor Salustiano García que generó gran controversia. La representación de un Cristo resucitado juvenil, inspirado en la imagen del hijo, fue vista por unos como una obra innovadora y por otros como una falta de respeto. Salustiano, conocido por su estilo realista y el uso del color rojo, creó una imagen serena y majestuosa de Cristo, con pocas señales de su paso por la pasión. Esta obra, aunque polémica, logró captar la atención del público y generar un debate sobre la evolución del arte sacro y su adaptación a los tiempos.
En 2025 es el cartel de la Hermandad de la Macarena, diseñado por el reconocido artista Luis Gordillo, el que se ha convertido en muy poco tiempo en el epicentro de la polémica. Hay silencios que matan. Cuarenta segundos tan largos como los cuarenta días de la Cuaresma tras la presentación del cartel. ¡Qué angustia! Que se lo pregunten a todo aquel que sube a un escenario.
La obra, caracterizada por formas geométricas y colores vivos, rompió con los cánones tradicionales y generó una avalancha de memes en las redes sociales de los que ya se han contagiado las Semana Santa de otras provincias. Memes que no hacen más que engrandecer la creatividad y el estilo del artista.
Las obras de Salustiano García o Luis Gordillo demuestran que el arte sacro puede generar debates y polémicas, invitando a la reflexión sobre la relación entre tradición y modernidad. Los carteles no solo anuncian eventos religiosos, sino que también reflejan la evolución del arte y la cultura… ¿Estaremos cambiando de ciclo? ¿volvemos a lo esencial?
Las hermandades no necesitan carteles, aunque me parece legítimo que deseen ampliar su colección con obras de pintores reconocidos que abran sendas creativas que inspiren a los nuevos artistas, como ya hicieron otras instituciones de la ciudad. Al final, bien.
El auténtico cartel de Cuaresma de las hermandades es el que no se ve. Aquel anunciado durante todo el año, pincelada a pincelada. Verdaderas acciones virales que dan esperanza a los demás a través de sus rezos, bolsas de caridad, campamentos de verano, economatos... En tres días llega el Miércoles de Ceniza. La primavera se acerca…