Fachada del Rectorado de la Universidad de Sevilla.

Fachada del Rectorado de la Universidad de Sevilla. EP Sevilla

Educación

La Universidad de Sevilla cierra el camino hacia el sufragio universal tras un año de gestación y polémicas

Las condiciones para ser rector han centrado el debate durante el largo proceso. Las elecciones no serán antes de octubre.

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Sevilla
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La Universidad de Sevilla ya tiene los nuevos estatutos adaptados a la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). Le permitirán celebrar las segundas elecciones con sufragio universal en 500 años de historia. Han llegado tras casi un año de gestación y varias polémicas, fundamentalmente derivadas de los requisitos que se exigen para ser rector.

Ya solo queda el trámite de su aprobación en el Consejo de Gobierno y su posterior publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). Desde la Hispalense esperan que sea rápido para que empiece a correr el calendario de los comicios. No serán antes de octubre.

De hecho, Miguel Ángel Castro, el rector, recordó en la sesión del Claustro de este martes que le había transmitido a Juanma Moreno su "último deseo" como máximo responsable de la Universidad de Sevilla.

Le pidió en persona que el nuevo estatuto saliese publicado en el BOJA al día siguiente de que fuera aprobado en Consejo de Gobierno. En esas circunstancias, se espera que el proceso no se alargue demasiado. Moreno le transmitió que dicha petición sería "concedida".

Es la segunda vez que el Claustro aprueba el Estatuto. La primera vez fue en diciembre, con un apoyo del 91 por ciento de los votos. Sin embargo, el dictamen del Consejo Consultivo obligaba a hacer una serie de modificaciones.

A la segunda

Una de ellas era la relativa a los requisitos para ser rector. Este asunto es el que más voces críticas ha despertado hasta la última sesión del Claustro. Ha estado en el centro del debate desde que en el mes de mayo se convocase a la Comisión de Proyectos Normativos, encargada de hacer el borrador de la norma.

Ese primer estatuto fijó que para ser rector habría que ser "personal docente e investigador permanente doctor a tiempo completo" y tener "tres sexenios de investigación, tres quinquenios de docencia y cuatro años de experiencia de gestión universitaria en algún cargo unipersonal contemplado en este estatuto".

Dicha configuración dejaba fuera a Manuel Marchena, que ya se había postulado, por el concepto de cargo unipersonal. Se refiere a responsabilidades citadas indirectamente en la norma como, por ejemplo, la del Director de Recursos Humanos.

El primer borrador era más restrictivo al aludir a órganos unipersonales. En estos supuestos solo entran decanos y directores de escuela, secretarios generales y gerentes.

Finalmente, se incluyó el concepto "cargo unipersonal contemplado en este estatuto" tras el plazo de enmiendas. Así, los sectores críticos lamentaban que se dejaban fuera a investigadores principales de proyectos de investigación y a directores de títulos o máster propios.

Elecciones en mayo frustradas

Pese a ello, el proyecto de estatutos salió adelante con el apoyo de un 91 por ciento del Claustro en diciembre de 2024. En principio, se llegó a anunciar que las elecciones serían en mayo.

Sin embargo, no fue la definitiva. El pasado marzo el Consejo Consultivo de la Junta de Andalucía emitía un informe jurídico en el que cuestionó algunos aspectos, entre ellos, el apartado sobre las condiciones para ser rector.

Dicho documento, esgrimía que "la exigencia de que el candidato acredite cuatro años de experiencia de gestión universitaria en algún cargo unipersonal", no habría que "circunscribirla a la adquirida en algún cargo unipersonal contemplado en este estatuto".

"Debería ser valorada la adquirida en cualquiera de los cargos unipersonales contemplados en la LOSU", justificaba el informe.

Nuevos matices a la norma

Esta circunstancia obligó al rector a convocar de nuevo a la Comisión de Proyectos Normativos que incluyó nuevos matices en el borrador. El artículo 25 se adaptó incluyendo que los cuatro años de experiencia de gestión universitaria deben ser en "algún cargo unipersonal contemplado en la Ley Orgánica 2/2023 de 22 de marzo, del Sistema Universitario, más los que se hayan previsto en los presentes Estatutos".

De facto, según apuntan, los sectores críticos se sigue dejando fuera de la carrera a los mismos cargos que antes. Manuel Marchena, por tanto, tampoco podrá ser candidato con esta nueva norma.

Al respecto, el catedrático de Economía Luis Ángel Hierro aseguraba en el Claustro que se podía cometer un "fraude de ley" que podía pesar sobre el nuevo rector. Incidía en que se debía "reabrir el debate" porque los claustrales no tenían el conocimiento de los informes de la Junta cuando se votó la modificación de la elección a rector.

Pese a ello, el nuevo estatuto fue aprobado en segunda instancia con el apoyo del 89,3 por ciento. Votaron 198 personas de los 256 claustrales. Hubo 175 votos a favor, 16 en contra, 5 votos en blanco y 2 nulos. La participación fue del 80,5 por ciento.

El texto será inmediatamente remitido a la Junta de Andalucía, para su aprobación en Consejo de Gobierno. Tras ello se publicará en el BOJA. Será a partir de ahí cuando se pueda iniciar el proceso de elecciones que en principio fueron anunciadas para mayo.

El calendario de elecciones

No serán al menos hasta octubre, según fuentes de la Universidad de Sevilla. Tiene que publicarse el censo, con su correspondiente plazo de subsanación de errores. Luego estará el plazo de presentación de candidaturas y la campaña de quince días. Dicho proceso, no llegaría antes del mes de mayo, pese a la voluntad del rector de acelerarlo.

Según los estatutos, los comicios no pueden ser coincidir con fechas de exámenes. Los hay en junio y julio. Por su parte, agosto es inhábil. También parte de septiembre porque es periodo de matriculaciones.

En estas circunstancias, el proceso de elecciones no podría convocarse hasta el mes de octubre. La votación seguirá el sistema de sufragio universal, aunque será ponderada, es decir, no valdrán lo mismo los votos de los distintos sectores universitarios.

Así, el mayor porcentaje, un 52 por ciento, corresponderá el personal docente e investigador permanente. Los sufragios de los estudiantes valdrán un 30 por ciento. Por su parte, contará un 10 por ciento, la opinión del personal técnico, de gestión y de administración y servicios. Por último, los votos del personal docente e investigador no permanente supondrán un 8 por ciento.