El estadio de La Cartuja durante la última final de la Copa del Rey

El estadio de La Cartuja durante la última final de la Copa del Rey EP

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La Cartuja de Sevilla pasa de estadio "al borde de la ruina" a consolidarse como escenario principal de grandes eventos

Desde 2020, el impacto económico del torneo en la capital hispalense ha sido de 257 millones de euros.

Más información: El estadio de La Cartuja seguirá siendo la sede de la final de la Copa del Rey durante los tres próximos años

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La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció el pasado lunes 17 de noviembre la renovación del estadio de La Cartuja como sede de la final de la Copa del Rey por tres temporadas más.

Este nuevo acuerdo, alcanzado junto a la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla, garantiza que la capital hispalense albergará el partido decisivo del torneo en las ediciones de 2026, 2027 y 2028.

El recinto, que según Juanma Moreno, era un estadio "al borde de la ruina" acoge la final de manera ininterrumpida desde 2020.

Según datos de la Junta de Andalucía, las últimas seis ediciones generaron un impacto económico de 257 millones de euros en la ciudad.

Esta cifra incluye los dos primeros encuentros, disputados sin público debido a las restricciones sanitarias de la pandemia del COVID-19.

Motor económico

Las cifras sitúan a la Copa del Rey como uno de los grandes eventos de la ciudad, aunque aún por debajo de sus fiestas mayores.

En términos comparativos, la Semana Santa genera un impacto cercano a los 500 millones de euros con una ocupación hotelera superior al 80%.

Por su parte, la Feria de Abril de 2024 provocó un impacto económico en torno a los 1.000 millones de euros y los hoteles tuvieron un 83% de ocupación, según la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia (AHS).

Otro evento reciente, el Icónica Santalucía Sevilla Fest, dejó 230 millones de euros y atrajo a 277.000 asistentes en su última edición.

El crecimiento de la Copa en Sevilla ha sido exponencial. Las ediciones 2019-20 y 2020-21, marcadas por la ausencia de público en las gradas, dejaron 10 millones de euros cada una.

Sin embargo, la final de la temporada 2021-22, donde el Real Betis venció al Valencia, cuadruplicó esa cifra hasta alcanzar los 45 millones.

La tendencia al alza continuó en la 2022-23 -Real Madrid contra Osasuna- con 50 millones, y en la 2023-24 -Athletic contra Mallorca-, que generó más de 67 millones de euros.

Récord en la última edición

La última final disputada, correspondiente a la temporada 2024-25 y celebrada el pasado 26 de abril, marcó un hito histórico.

El enfrentamiento entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid, que se saldó con un 3-2 a favor del equipo catalán, generó unos ingresos estimados entre 75 y 90 millones de euros.

La ciudad recibió a 110.000 aficionados y la ocupación hotelera superó el 95%, beneficiando directamente a la hostelería, el transporte y el comercio local.

Este éxito mediático y económico coincidió con el estreno de la remodelación del estadio. La Junta de Andalucía invirtió 10 millones de euros para modernizar la instalación.

Las obras incluyeron la eliminación de la pista de atletismo, lo que permitió bajar el terreno de juego y acercar a las gradas y a los aficionados, así como una ampliación del aforo en 12.000 asientos, alcanzando una capacidad total de 70.000 localidades.

La retransmisión de este último encuentro llegó a más de 180 países, con una audiencia de 450 millones de espectadores y la acreditación de 300 periodistas internacionales de países como Reino Unido, China, Argentina y Alemania.

Desafíos organizativos y seguridad

El éxito del evento conlleva retos logísticos importantes. La coincidencia de la final con el sábado de la Feria de Abril y el Gran Premio de Motociclismo de Jerez ha generado controversia.

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, señala la dificultad de gestionar la seguridad simultánea: "El problema es que por esas fechas hay un Gran Premio de Motociclismo en Jerez que requiere muchos efectivos de Policía Nacional y de Guardia Civil de Tráfico", señala el edil.

En cuanto a la coincidencia con la Feria de Abril, la RFEF ya está comenzando a valorar el cambio de fecha de la final del torneo.

Además, la saturación hotelera representa un problema recurrente. La incertidumbre sobre los finalistas hasta un mes antes del partido complica la reserva de alojamiento para los aficionados, que compiten por las plazas con los visitantes de la Feria.

A esto se suma el impacto en el casco histórico, que sufre las consecuencias del comportamiento de las aficiones, con episodios de "botellón", uso de pirotecnia y actos vandálicos en zonas como la Alameda de Hércules.

Actividad constante y horizonte 2030

Más allá de la Copa, La Cartuja mantiene una actividad constante. Actualmente, el Real Betis disputa allí sus partidos como local debido a las obras en el Benito Villamarín.

En el ámbito internacional, el estadio fue sede de la Eurocopa de 2020 y recientemente, el martes 18 de noviembre, acogió el partido en el que la Selección Española selló su clasificación para el próximo Mundial tras empatar 2-2 frente a Turquía.

El objetivo a largo plazo apunta al año 2030, cuando La Cartuja ejercerá como una de las sedes del Mundial de Fútbol coorganizado por España, Portugal y Marruecos, culminando su transformación de una infraestructura cuestionada a un referente internacional.