Fachada del establecimiento.
Roban más de 700 euros a un bar de Sevilla a través de una estafa telefónica: "A la encargada le dio un ataque de ansiedad"
Los estafadores hicieron creer a la empleada que debía abonar con urgencia una multa del Ayuntamiento.
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El Bar Moraleja Nervión, en Sevilla, sufrió el pasado sábado una estafa telefónica que acabó con la pérdida de más de 700 euros. La víctima directa, encargada del establecimiento, sufrió "un ataque de ansiedad", según ha confirmado el dueño del establecimiento a EL ESPAÑOL.
Según relatan desde el propio establecimiento, la encargada, que en ese momento era la única trabajadora en el local, recibió una llamada al teléfono del bar en la que los estafadores consiguieron convencerla de que, en otra línea, hablaban con uno de los dueños del negocio.
Durante la conversación, a la que la empleada asegura haber escuchado supuestamente la voz del propietario, los autores le hicieron creer que el bar se enfrentaba a una multa inmediata de 5.000 euros.
Para evitarla, debía seguir una serie de instrucciones sin colgar el teléfono en ningún momento.
"Le dijeron que era una multa del Ayuntamiento", relata a este periódico Pablo Vázquez, uno de los socios del establecimiento y la persona a la que la empleada creía haber escuchado al otro lado del teléfono.
Los estafadores la mantuvieron un largo rato bajo presión psicológica, proporcionándole datos que tenían apariencia de veracidad. "Por la ansiedad que padeció, mi trabajadora no se acuerda prácticamente de nada", insiste Vázquez.
Finalmente lograron que reuniera los 750 euros que había en la caja y que se desplazara hasta un cajero de bitcoin en el Alcampo de la Ronda de Tamarguillo, donde le indicaron cómo depositar el dinero. La transacción se completó sin posibilidad de rastro según explica el socio del establecimiento.
Tras ello, intentaron que realizara un nuevo movimiento de dinero de una cuenta a otra. Fue en ese momento cuando la trabajadora empezó a sospechar: pidió hablar directamente con el dueño y, ante la negativa, decidió llamarlo por su cuenta. Entonces se dio cuenta de que había sido víctima de una estafa.
"Uno de los clientes habituales del bar es un abogado, y nos ha dicho que los bitcoin no dejan rastro", informa Pablo Vázquez.
Por ese motivo, el sevillano relata a este periódico que no van a denunciar a la Policía, sino que prefieren hacer una denuncia pública a través de los medios de comunicación.
"Tenemos constancia de que les ha ocurrido a otros compañeros", informa. Por ello, desde el bar han querido compartir lo ocurrido para alertar a otros negocios, ya que, al igual que con ellos, "en otros bares también han conseguido robar".