Operarios del Ayuntamiento de Sevilla proceden a la tala del ficus de San Jacinto.

Operarios del Ayuntamiento de Sevilla proceden a la tala del ficus de San Jacinto. EP Sevilla

Sevilla

El adiós definitivo al ficus de San Jacinto transforma el paisaje de Triana tras tres años de enredos y polémicas

El ejemplar no pudo superar la tala del 2022. Se cierra así un periodo que ha enfrentado a los grupos políticos y en el que no ha prosperado ninguna fórmula para revitalizarlo.

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Miguel Arco
Sevilla
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El paisaje de Triana ya nunca volverá a ser el mismo. Lo que quedaba del ficus de San Jacinto desaparecerá para siempre del arrabal tras tres años de enredos y polémicas.

Fue en agosto de 2022 cuando la Orden de los Dominicos, propietarios del ejemplar y de la Iglesia colindante, procedieron a la tala del árbol, autorizados por el Ayuntamiento de Sevilla, en manos del PSOE.

Supuso la sentencia de muerte anticipada de un árbol que ha sido testigo de la evolución de Triana desde 1913, cuando los mismos dueños del templo decidieron plantar esta especie procedente de Puerto Rico.

Antes de su primera tala, el ejemplar había ocasionado problemas. En 2011 cayeron las primeras ramas. Sin embargo, el suceso más grave llegó en 2021. Un trozo del árbol cayó sobre la vendedora de la ONCE que se sitúa en la esquina de la Iglesia.

Eso fue el principio de su final. Un informe detalló que las raíces del ejemplar afectaban a la estructura del templo y el Ayuntamiento de Sevilla autorizó la tala.

Sin embargo, fue tal el revuelo que se formó que un juez paralizó el proceso tras el recurso presentado por la Asociación de la Jardinería Andaluza.

Activistas encadenados

Previa a la tala, los Bomberos tuvieron que bajar del árbol a tres activistas que se encadenaron a sus ramas. En cualquier caso, nada impidió que las motosierras penetrasen en la madera.

El ficus de San Jacinto quedó herido de muerte en el verano de 2022 y no ha podido superarlo. "Era imposible recuperarlo", reconocía este jueves Evelia Rincón, la delegada del Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla.

Según fuentes municipales, aquella tala supuso la eliminación del 70 por ciento de toda su masa arbórea. Por ello, según argumentan, todos los intentos para revitalizarlo han sido en balde. "Estaba más podrido de lo que pensábamos", decía la concejala popular.

El recurso judicial provocó la suspensión cautelar de la tala. El proceso se suspendió meses después. Todas las partes, incluido el Ayuntamiento en manos todavía del PSOE, querían buscar un acuerdo al margen de la justicia.

Acuerdo con los Dominicos

Fue ya en 2023, con José Luis Sanz al frente del Consistorio, cuando se llegó a un acuerdo con la Orden de los Dominicos para hacerse cargo del mantenimiento del ficus. Se quería evitar por todos los medios la tala.

En 2023 también se firmó un contrato de más de 7.000 euros para el mantenimiento y la seguridad del árbol, pero tampoco se consiguieron los resultados esperados.

Tras aplicar diversos tratamientos específicos, el Ayuntamiento de Sevilla vinculaba hace un año el futuro del árbol al dictamen final de un informe que estaba cerca de concluirse.

"Necrosis y hongos"

En ese momento, el ficus tenía "necrosis, agrietamiento del tronco y de las raíces emergidas, además de hongos". Desde 2022 había perdido toda su capacidad de "nutrirse, respirar y vivir".

Poco después, en septiembre de 2024, dicho informe confirmaba que el ejemplar estaba "muerto". "No tiene posibilidad de recuperación y la estructura existente se irá descomponiendo poco a poco a un ritmo no predecible", decía Evelia Rincón.

Pese a ello, se aprobó una moción de Podemos-IU en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla para aplicar una moratoria de seis meses. Así, se podía comprobar si quedaba algo de vida.

"En avanzada descomposición"

El último intento tampoco funcionó. De hecho, el efecto de las abundantes lluvias de la primavera provocó que la base se pudriera todavía más. Además, Rincón añadía que "dejarlo tal como estaba no era una opción", porque el ejemplar estaba "en avanzado estado de composición".

El Ayuntamiento de Sevilla anunció que procedería a la tala en los siguientes meses. Dicho anuncio empezó a concretarse a primera hora de este jueves de agosto, el mismo mes en el que hace tres años comenzó su final.

Fuentes municipales esperan que el trabajo se concluya este viernes sin afección al tráfico, aunque todo dependerá del estado del ejemplar y del ritmo al que puedan trabajar los operarios en plena ola de calor.

Críticas ecologistas

Desde el Ayuntamiento aseguran que era la única solución posible tras la tala del 2022. Pese a ello, han arreciado las críticas de asociaciones ecologistas y decenas de sevillanos que verán como en pocos días desaparece un símbolo del barrio de Triana

En cualquier caso, la estructura del árbol no desaparecerá del todo, aunque no se podrá conservar tal como está, como pedía la Plataforma en Defensa del Ficus de San Jacinto.

En dicha asociación considera que se ha actuado "en contra de lo acordado en Pleno" al "acabar" con el árbol y "consumar lo que en su día inició Antonio Muñoz hace tres años". Para ellos, supone "la destrucción de un símbolo, de una lucha".

"Y lo perpetran sin avisos a la Plataforma, desde las 7h de la mañana y en pleno agosto de nuevo, bajo tan sólo el amparo de un gran dispositivo policial, ya que de razones ninguna. Perfecto colofón a una nefasta gestión del arbolado en Sevilla, que sin duda les pasará factura", denunciaban.

El recuerdo del ficus

Por el momento, confirman fuentes municipales que se dejará una sección del ficus de "aproximadamente un metro". Se acompañará de una placa que recuerde al árbol y a la propia historia vecinal organizada en torno a él.

Será un primer paso, porque la plaza que hay junto a la Iglesia de San Jacinto es propiedad del Ayuntamiento desde el acuerdo firmado en 2023.

En un principio, se pretende transformar el aspecto de un enclave estratégico de Triana, pero todavía no hay proyecto en ciernes.

Es seguro que, de una forma u otra, quedará para siempre el recuerdo de un árbol que acompañó la transformación de uno de los barrios más populares de Sevilla durante 112 años.