Chayanne, durante el concierto.

Chayanne, durante el concierto. Niccolo Guasti Icónica.

Sevilla

Fugaz Salomé, coqueteo a "quinceañeras" sin edad y baladas: una noche en Sevilla aprobada por Chayanne

El primer ídolo latinoamericano del Icónica Santalucia Sevilla Fest 2025 ofreció dos horas de entrega sin condiciones: "manden, que yo obedezco".

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"Esta noche ustedes manden, que yo obedezco". Promesa, advertencia o resumen de Chayanne, elijan, pero realidad en la noche de este domingo en Sevilla, en la que el cantante se entregó sin condiciones durante dos horas y media que dejaron a la conocidísima Salomé en anécdota; lo esencial del puertorriqueño era romper corazones.

Chayanne, con 56 años y con una década de ausencia en los escenarios de España, vino decidido a recordar por qué se ha ganado uno de los públicos más heterogéneos que se recuerdan en el Icónica Santalucia Sevilla Fest, y que no fallaron a la cita de este domingo.

"¡Las veo a todas ustedes de 15 años!", regaló a un público al que elogió por ser abuelas, madres –también padres a los que mandó un 'abrazo de amigo' en lugar de besos– y que no renunció al baile ni los gritos o la emoción en los intercambios entre éxitos de baile vertiginoso y baladas.

Porque el ritmo iba y venía. Hubo riesgo desde la bienvenida al concierto: en vestuario, con unos pantalones peligrosamente parecidos al cuero para una noche sevillana de junio, mucho más tarde hasta una chaqueta de terciopelo rojo; también en movimientos de cadera.

Salomé, por supuesto, abrió la noche cumpliendo la expectativa. Fue, sin embargo, fugaz, aunque lo bastante para sentar el ritmo de la locura que continuó con 'Boom Boom'. Todo el mundo estaba en casa, eran de nuevo los años 2000. 

Chayanne.

Chayanne. Mauri Buhigas. Icónica.

Chaqueta de brillo incluida. La primera noche de brisa desde que arrancó el Icónica indultó en parte al artista y su cuerpo de bailarines, también enchaquetados pero que, tratando de seguirle el ritmo, no tardaron en sucumbir al sudor.

No fue hasta la llegada de la primera balada, 'El centro de mi corazón', que pudieron ir soltando soltando ropa, respirando. Poco a poco el concierto entró en otro ambiente.

Más íntimo, más pausado y más encaminado a la nostalgia con 'Si tú te vas' o 'Atado a tu amor' hasta llegar a la entrega total con 'Si nos quedara poco tiempo'. Chayanne intentaba traer la actualidad de sus últimos trabajos, como 'Te amo y punto', pero fue pronto consciente de que Sevilla aguardaba otras cosas.

"No sé si se acuerdan de 'Torero", comentó a medio concierto para éxtasis del público. El mismo que volvía aparecer en cada cambio de vestuario, ahora camisa con transparencias, ahora chaleco que se abría un poco en algún tema... la tensión ya iba a desbordarse, y dejó de hacerse esperar.

Chayanne.

Chayanne. Niccolo Guasti Icónica.

El Chayanne más sex symbol regresó entonces con fuerza. Era ya el último tercio del repertorio el que desplegaba, y lo hizo siendo juguetón: trató de hacer bailar a un público abarrotado en la Plaza de España. "¡Es imposible, están apretaditos!", reía. Hubo que conformarse con levantar los brazos y tratar de seguir el ritmo.

También saltar, camino del acelerón en el tramo final. 'Humanos a Marte' y 'Madre Tierra' fueron avisando, y 'Bailando bachata' puso el broche a la locura fan, llevada al extremo al Chayanne sacar a una asistente del público para bailar con ella en el escenario.

Solo quedaba el gran temazo final. Y como en todo coqueteo en que se sabe el final, la primera pista bastó para que toda la plaza diera el sí: abanicos y flores entre el cuerpo de bailarinas y rojo de fondo. Había llegado el torero. 'Olé', respondió Sevilla. La noche ya estaba aprobada por –y para– Chayanne.