
Mujer vestida de flamenca en la Feria de Abril del pasado 2024. Sevilla
Así ha evolucionado el traje de flamenca en 200 años en Sevilla: de bata para trabajar a vestido para lucir por la Feria
La Feria de Abril, que se pensó como un evento comercial para la compra y venta de ganado, evolucionó hacia una celebración social.
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El traje de flamenca, símbolo indiscutible de la identidad andaluza, tiene una historia que refleja la evolución social y cultural de la región. Su origen humilde contrasta con la sofisticación que ha alcanzado en la actualidad, convirtiéndose en una pieza esencial de la Feria de Abril de Sevilla.
Su historia se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando las mujeres del campo andaluzas y las esposas de los tratantes de ganado acudían a las ferias vestidas con una sencilla bata de percal, adornada con volantes en la falda y acompañada de un delantal para protegerla durante las labores diarias.
Este atuendo, conocido como "bata de faena", era práctico y cómodo para las tareas del campo, por lo que su uso era muy extendido.
Estas mujeres, muchas de ellas de etnia gitana (de ahí que una de las formas de referirse a esta vestimenta típica sea "traje de gitana"), comenzaron a asistir a la Feria de Abril de Sevilla, establecida en 1847 como una feria de ganado.
Sus coloridas batas con volantes no pasaron desapercibidas y, con el tiempo, captaron la atención de las mujeres de clases más acomodadas.
La transformación del traje de flamenca comenzó cuando las mujeres de la alta sociedad sevillana adoptaron y adaptaron la bata de faena, incorporando tejidos más lujosos, bordados y otros adornos. Este proceso de apropiación y estilización convirtió una prenda de trabajo en un símbolo de elegancia y tradición.
La Feria de Abril, que inicialmente era un evento comercial centrado en la compra y venta de ganado, evolucionó hacia una celebración social y festiva.
En este nuevo contexto, el traje de flamenca se consolidó como la vestimenta femenina por excelencia, reflejando tanto la tradición como las tendencias de la moda de cada época.
La Expo del 29
A partir de la Exposición Iberoamericana de 1929, el traje de flamenca se estableció definitivamente como el atuendo oficial para las mujeres en la Feria de Abril.
Durante este período, el diseño del traje se caracterizaba por ser ceñido al talle, con mangas largas y una falda adornada con múltiples volantes. Los tejidos y colores variaban, pero siempre mantenían la esencia de la tradición.
Con el paso de las décadas, el traje de flamenca ha experimentado diversas transformaciones, adaptándose a las tendencias de la moda sin perder su identidad. En los años 60 y 70, por ejemplo, se introdujeron modificaciones en el largo de la falda y en la amplitud de los volantes, reflejando la influencia de las corrientes estilísticas de la época.
Moda que se reinventa
Hoy en día, el traje de flamenca es la única indumentaria regional en España que sigue las tendencias de la moda, reinventándose año tras año. Diseñadores y modistas presentan nuevas colecciones que incorporan innovaciones en tejidos, cortes y adornos, manteniendo viva la tradición y proyectándola hacia el futuro.
El traje de flamenca es mucho más que una prenda de vestir; es un símbolo de la cultura andaluza que ha sabido adaptarse y evolucionar sin perder sus raíces.
Desde sus humildes inicios como bata de faena hasta convertirse en una pieza clave de la moda y la identidad de la Feria de Abril de Sevilla, este traje refleja la historia, la tradición y la creatividad de un pueblo que celebra su herencia con orgullo y alegría.