Los trabajos de intervención de las cuatro caras de la Giralda han permitido la recuperación de formas “que no se veían desde su construcción”, acercándose “más que nunca a la torre original”. Ahora, el Cabildo Catedral de Sevilla ha anunciado la intervención en el interior y en el cuerpo de campanas.

Aunque estos trabajos no tienen fecha, según ha indicado, Eduardo Martínez Moya, el arquitecto encargado de la restauración, se estima que esta restauración se realice entre 2025 y 2027.

El canónigo y delegado de Administración y Patrimonio de la Catedral, Francisco Román, ha anunciado que en el futuro "será preciso intervenir en el cuerpo de campanas y de azucenas, para restaurar el resto de la construcción almohade".

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Dichas obras estarán enfocadas en reponer la capacidad estructural perdida por las actuales estructuras metálicas que actúan como soportes de las campanas. Datan de finales del siglo XIX y fueron sometidas a intervenciones puntuales de emergencia en 2021.

Intervención de rampas y cámaras

También ha anunciado que se intervendrá el interior de la torre. En concreto, sus rampas y cámaras. Finalmente también se pretende acometer la restauración completa del conjunto del remate renacentista.

Respecto a la inversión,“se espera que sea del orden, al menos, de la ya realizada”, de tres millones de euros. Tal como han informado, la idea inicial es compatibilizar las visitas turísticas con las obras.

En cuanto a los resultados de la intervención de las cuatro caras de la Giralda, Francisco Román, ha indicado que “no ha sido sólo una tarea de limpieza superficial, sino que ha estado a la altura de las grandes intervenciones hechas en el XIX y en los años 80 del pasado siglo”.

Sustitución por elementos similares

Por su parte, Martínez Moya ha subrayado que aquellos elementos “perdidos en su totalidad” han sido "catalogados y debidamente guardados". Se han sustituido por otros similares después de haber sido estudiados, tal como se ha actuado con una pieza de piedra de la cara del profeta Isaías.

Los trabajos exteriores se han prolongado desde 2017 hasta 2024 y han posibilitado acercar el monumento al aspecto original de la torre almohade del siglo XVI.

Según indican desde el Cabildo Catedral, los tres millones de euros de inversión han sido asumidos “en exclusiva por los ingresos derivados de la venta de entradas a la visita cultural a la Catedral".