Una de las obligaciones de cualquier centro sanitario es estar preparado para cualquier tipo de suceso inesperado que se precie, como pueden ser los incendios.

La labor de evacuación se vuelve aún más compleja cuando hay que proteger espacios tan sensibles como los quirófanos. Por ello, el Hospital Virgen Macarena de Sevilla ha realizado su primer simulacro en el área quirúrgica.

Esta pionera simulación se ha llevado a cabo en dos de los quirófanos situados en la cuarta planta del hospital y se ha saldado con éxito. Tal como apunta el centro hospitalario, se ha demostrado la “efectividad y rapidez en la respuesta del personal”.

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En total, han participado 36 profesionales de diferentes áreas, contando con cirujanos de Ginecología y Cirugía general, personal de enfermería del bloque quirúrgico y celadores.

No hay que arriesgar "más de lo necesario"

La Unidad de Prevención de Riesgos Laborales ha sido la encargada de coordinar esta actuación. Su máximo responsable, Jesús Gotor, ha destacado la importancia de elegir “un espacio singular como los quirófanos, donde las circunstancias pueden ser más complejas”.

El primer paso de este simulacro, enmarcado dentro del Plan de Autoprotección del área hospitalaria, es que los profesionales “deben dar un primer aviso al centro operativo de seguridad”, ya sea mediante una llamada o empleando el “pulsador de alarma que existe en distintos puntos de las unidades del centro hospitalario”.

En este contexto, los miembros del equipo implicados en primera línea “deben intentar una primera intervención” con los medios disponibles, que suelen ser los “extintores”. No obstante, es crucial que no se arriesgue “más allá de lo estrictamente necesario”.

“En caso de no poder sofocar inicialmente el incendio con ese medio se procederá a evacuar, en el menor tiempo posible, a los pacientes que se encuentran en los quirófanos”, explica Gotor.

Los anestesiólogos toman el mando

En esta nueva fase, resulta imprescindible la colaboración de todos los profesionales implicados a la intervención, pero la coordinación estará en manos de los anestesiólogos, “que son quienes dirigen y asumen el mando en estas circunstancias porque dirigen la actuación en el quirófano”.

Bajo su batuta, también participan los cirujanos de las diferentes especialidades presentes en la zona en peligro, así como el personal de enfermería, técnicos en cuidados auxiliares y celadores.

Ya fuera del quirófano, finalizaría esta actuación decisiva, a la que ya solo quedaría esperar la ayuda de los equipos de segunda intervención compuestos por el “personal de seguridad” del hospital, que cuenta con una formación más específica para estos momentos críticos.

De esta manera, concluye el protocolo puesto en práctica por primera vez en el Hospital Macarena, que quiere extremar las precauciones para proteger a sus pacientes ante las situaciones más adversas.