Los doctores que intervienen en los implantes de pene en el Sagrado Corazón.

Los doctores que intervienen en los implantes de pene en el Sagrado Corazón. E.E. Sevilla

Sevilla

Hasta 200 sevillanos se ponen implante de pene al año: "Una erección tan larga como quieras"

Con apretar un botón entre los testículos el hombre ya está 'listo' pero la operación vale 16.000 euros y los médicos advierten de que no es para todo el mundo. 

23 enero, 2024 05:45
Sevilla

Cada año 200 sevillanos se ponen una prótesis de pene. Son unos 15 o 16 al mes, cuenta Juan Manuel Poyato, urólogo y jefe de la Unidad de Andrología, Salud Sexual y Reproductiva del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón. 

El mecanismo es "sencillo", detalla el doctor José María Lozano, responsable de andrología del Servicio de Urología del Sagrado Corazón. El modelo más popular tiene dos válvulas que se inplantan en el pene y que se puede llenar para conseguir la erección. 

¿Cómo? Con un líquido que hay en un depósito que se pone en el abdomen y que se activa con un botón entre los testículos. Al apretar, el mecanismo hidráulico infla las válvulas y el pene crece. 

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"Las erecciones pueden ser de la firmeza que se quiera y del tiempo que se desee", explica el doctor Poyato. Horas, si se quiere. Esto atrae a curiosos que quieren someterse a la intervención aunque no esté indicado para ellos. Y a mujeres que buscan este dispositivo para sus parejas. 

Hasta 16.000 euros en Sevilla

La operación, en todo caso, no es barata. No la suelen cubrir los seguros. Y sale por unos 16.000 euros en el caso de Sevilla. Porque quien se opere en Madrid tendrá que pagar 20.000. Mucho más en el extranjero. De ahí que tengan pacientes de medio mundo. 

Lo curioso, señalan los médicos, es que muchas veces "no se nota". "Hay más implantes de los que te crees. Si no te lo cuentan, no lo notas. Hay mucha señora que se acuesta con su marido o novio y no sabe que tiene un implante en el pene", indica el doctor Poyato. 

"Alguna señora ha venido con su marido de la mano y nos ha dicho: 'Arregle esto, por favor, como sea', señalando a su esposo", cuentan urólogos que realizan esta intervención. 

Un empresario sevillano de 70 años

Más llamativo es el caso de un industrial sevillano del que no desvelan la identidad. Con una mujer de 40, la diferencia de apetito sexual era muy diferente, cuenta el médico que operó al hombre para ponerle le implante. 

"Él nos contó que ella le bajaba los pantalones y le daba al botón y ala, al líoo", señala el médico que intervino en este caso. 

Más allá de los anecdótico -que los médicos especializados en esta cuestión entienden-, los implantes de pene arreglan un problema grave para muchos hombres. Los hay de todas las edades. 

Pene "biónico"

El doctor Poyato señala que ha llegado a operar a un joven de 19 años para implantarle un pene "biónico". Es el más joven que recuerda y, a esa edad, suelen acudir por problemas de malformaciones graves o por diabetes. 

"Imagínate tener 20 años y no haber tenido una erección en tu vida. Es muy duro, sobre todo ahora que está todo tan sexualizado", señala el médico sevillano. 

Llegados los 50 años los pacientes que se operan del pene suele ser con problemas de hipertensión y colesterol. Fallos de circulación que les impiden tener erecciones. Y, avanzado el tiempo, por otras patologías, oncológicas también. 

Los médicos sevillanos no solo ponen penes locales. También a pacientes extranjeros. Sobre todo británicos, alemanes y holandeses. Aunque el doctor Poyato señala que una vez operó a un empresario ruso que pretendía volver a su país al día siguiente de la intervención. 

"No podía marcharse"

"Vino solo a ponerse el implante de pene y le tuve que decir que no podía marcharse antes de pasar el postoperatorio", señala. 

Este ciudadano ruso, como los demás pacientes, tiene garantizada la confidencialidad cuando acuden al Sagrado Corazón. En el centro sanitario son conscientes del morbo que levanta esta cuestión, pero que levanta esta cuestión, pero que levanta esta cuestión pero lo tratan con el máximo respeto. Son cercanos y naturales hablando del asunto, pero no frivolizan. 

Por eso los pacientes llegan con su coche al aparcamiento subterráneo del hospital. De ahí, a un ascensor privado, directos a la tercera planta, donde no se cruzan con nadie. Luego quirófano, postoperatorio y a casa por el aparcamiento. Nada de miradas curiosas. 

"Estos pacientes arrastran un problema que les hace susceptibles y quieren evitar situaciones incómodas", explican los médicos del Sagrado Corazón. 

Problema grave

En todo caso, el implante de pene no es un capricho. Es una solución médica a un problema grave. Y no vale para cualquier paciente. Porque primero se aborda desde otras medidas. 

"Si el problema de erección es psicológico, no vale la prótesis de pene", cuentan los urólogos. Tiene que ser un problema físico. Y siempre se estudia mucho cada paciente porque es una cuestión delicada. 

Aún así, cuenta el doctor Poyato, tienen peticiones hasta de hombre sanos que oyen los cantos de sirena de erecciones a capricho con la intensidad y duración que se quiera con solo apretar un botón. "Nos lo piden todos los días ellos.. y ellas nos traen a la pareja de la mano". 

No afecta a la eyaculación

"La prótesis consigue reproducir una erección que permite mantener relaciones sexuales satisfactorias sin afectar al deseo sexual, el orgasmo ni a la eyaculación", concreta.

La disfunción eréctil se puede considerar una enfermedad prevalente y no necesariamente asociada a la edad, ya que se estima que afecta al 20 por ciento de la población entre los 25 y los 70 años.

Se trata de una condición que afecta a la salud psíquica y al bienestar psicosocial del que la padece, lo cual tiene un impacto negativo en su calidad de vida y en la de su pareja.

En el caso de los pacientes con cáncer, la aparición de trastornos sexuales, como la disfunción eréctil, se acentúan a consecuencia de su enfermedad y por los efectos secundarios de los tratamientos que se emplean.