El actor Ryan Grantham, conocido por interpretar a Jeffrey Augustine en Riverdale, la serie de The CW, ha sido condenado a cumplir cadena perpetua tras admitir haber asesinado a su madre y por haber conspirado para asesinar a Justin Trudeau, el primer ministro canadiense.

Ryan Grantham hizo una aparición especial en la serie y su personaje fue responsable de la muerte de Fred Andrews, el padre de Archie. Su papel fue creado expresamente para la serie -ya que no aparece en los cómics- y le podemos ver en dos episodios, uno de la  cuarta temporada y otro de la quinta. También ha llegado a participar en la película El diario de Greg (2010) y en la serie Sobrenatural (2005).

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Hechos escabrosos que superan a la ficción

Ryan Grantham en 'Riverdale'.

El joven de 24 años mató a su madre Barbara Waite, de 64 años el pasado 31 de marzo de 2020 y grabó un vídeo en el que confesaba los hechos. "Le disparé en la nuca. Momentos después, ella habría sabido que era yo", decía Grantham en la grabación.

Según declaró a la policía, tras la macabra grabación, el actor decidió comprar cerveza y marihuana, manipuló cócteles Molotov y se puso a ver algo en Netflix. Después, cubrió el cuerpo de su madre con una sábana y se acostó. 

Continuó diciendo que, al día siguiente, colgó un rosario en el piano de su madre y colocó velas encendidas alrededor de su cuerpo. Justo después, cargó el maletero de su coche con tres pistolas, municiones, 12 cócteles molotov, equipo de campamento e indicaciones para llegar a Rideau Cottage, donde vive el primer ministro canadiense, en Ottawa. 

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Grantham confesó a los detectives su plan para matar al primer ministro, y también escribió sobre ello en su diario. Condujo durante unas horas hacia la residencia de Trudeau, pero no llegó a cometer el crimen que tenía pensado. 

Después de estos hechos tan escabrosos, el actor llegó a plantearse cometer un tiroteo masivo en el puente Lions Gate e incluso en la Universidad Simon Fraser, donde estudiaba. Sin embargo, finalmente condujo hasta el Departamento de Policía de Vancouver y se entregó.

En la sentencia, según apunta The New York Post, en los meses previos al asesinato de su madre, Grantham estaba en una espiral depresiva, se le había visto fumando hierba y viendo vídeos violentos en la deep web. También se sabía que había comenzado a desarrollar pensamientos suicidas e ideas homicidas.