Inmaculada, la policía local de San Javier (Murcia), que se hizo cargo de la bebé.

Inmaculada, la policía local de San Javier (Murcia), que se hizo cargo de la bebé.

Reportajes

Una madre abandona a su bebé en un portal de Murcia al no poder cuidarla: la emotiva carta

La Policía Local ha detenido a la madre, una joven hondureña de 23 años que había dado a la luz tres días antes. La abandonó una hora después de recibir el alta.

23 mayo, 2019 03:11
Murcia

Sesenta minutos. Ese fue el tiempo que transcurrió desde que C. F. C. recibió el alta hospitalaria y dejó supuestamente abandonada a su suerte a la pequeña ‘L’: una bebé con sólo tres días de vida. Tan execrable y dura decisión no se puede entrar a valorar sin conocer la dura historia que hay tanto antes como después del alumbramiento. La madre, una hondureña, de 23 años, dio a luz a la niña el pasado día 19 de mayo después de llegar sola al hospital de Los Arcos del Mar Menor. No llegó con sus pertenencias dentro de la habitual maleta, a la que no le falta un solo detalle, portaba una bolsa de plástico de un comercio. Tampoco estuvo acompañada del padre porque habían roto con anterioridad su relación sentimental a causa del embarazo. 

Durante las 72 horas que permaneció ingresada no recibió el cariño de su padre porque vive en Honduras, ni tampoco el de su madre, la cual reside en Cartagena, y con la que no mantiene contacto desde hace tres meses. De hecho, la joven no tiene trabajo ni una vivienda propia y había sido acogida por una amiga en su casa de San Javier. Este miércoles, 22 de mayo, a las 14.00 horas, C. F. C. recibió el alta médica y se dirigió andando a la céntrica calle de Las Cortes de esta localidad del litoral murciano. Iba con su recién nacida en brazos. Éste iba a ser su primer y último paseo juntas. 

La joven hondureña no llevaba ningún rumbo definido hasta que se detuvo frente a un humilde bloque de pisos de la calle Las Cortes. La puerta del portal número 28 le llamó la atención porque estaba abierta, se adentró y divisó junto a los contadores de la luz un carricoche, de color rojo, que había dejado allí una vecina. C. F. C. dejó en el carrito a su hija, junto a unos pañales y una nota escrita con letras en mayúscula, buena caligrafía y sin faltas de ortografía. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a la breve carta de despedida: “Me ha costado mucho tomar esta decisión, pero es lo mejor para ella. Yo ahora mismo no puedo hacerme cargo de ella, es la decisión más dura que como madre y mujer me ha costado tomar, pero quiero el mejor futuro para ella”. 

La carta dejada por la madre en el portal junto a la bebé.

La carta dejada por la madre en el portal junto a la bebé.

Después de escribir semejantes palabras, la joven añadía un segundo párrafo: “Sé que le encontrarán una familia que la cuidara como si fuese suya”. La nota manuscrita en un papel arrugado concluía con una petición para la persona que encontrase a ‘L’: “Cuídenla como yo no he podido hacer”. La joven salió del bloque sobre las 15.00 horas, pero no pasó demasiado tiempo hasta que el llanto desgarrador de la pequeña comenzó a resonar por toda la escalera del bloque de pisos. Durante más de 10 minutos se prolongaron las lágrimas de desconsuelo del bebé hasta que una vecina, cuya vivienda está situada en el bajo A, decidió abrir la puerta de su piso y bajar las escaleras con preocupación porque semejante barraquera solo podía provenir de los pulmones de un recién nacido. Y así fue como Sanae, una mujer marroquí, de 32 años, se percató de que en el portal alguien había abandonado supuestamente a un bebé. 

Sanae, la mujer marroquí de 32 años que encontró a la bebé en el portal.

Sanae, la mujer marroquí de 32 años que encontró a la bebé en el portal.

La clave: la pinza del cordón umbilical

Casualmente, el carricoche en el que había sido depositada la recién nacida era propiedad de la mujer marroquí que rescató a la pequeña. Sanae lo tuvo claro, a las 15.12 horas, llamó al Teléfono Único de Emergencias para reclamar una ambulancia. Cuando los agentes de la Policía Local de San Javier, Inmaculada, Gonzalo y Riqui, llegaron al número 28 de la calle Las Cortes se encontraron con una imagen que no olvidarán en mucho tiempo. “Una vecina nos estaba esperando con una niña en brazos y una nota de despedida”, confirma a este diario Inmaculada. “La bebé llevaba todavía el cordón umbilical sujeto con una pinza, con un número de serie, que nos permitió localizar el historial clínico de la madre”. 

El carrito donde fue depositado la bebé recién nacida.

El carrito donde fue depositado la bebé recién nacida.

Los tres agentes de la Policía Local de San Javier, Inmaculada, Gonzalo y Riqui, iniciaron de inmediato un dispositivo para localizar a la joven hondureña, de 23 años, mientras que una ambulancia con personal médico se ocupaba de trasladar a la bebé de vuelta al hospital para practicarle un reconocimiento. A pesar de que la pequeña estaba en perfecto estado de salud, se optó por dejarla ingresada en el área de Pediatría del Hospital de Los Arcos en previsión de que la Comunidad Autónoma pondría en marcha el protocolo de guardia y custodia provisional por desamparo de un menor, a través del Servicio de Protección de Menores de la Consejería de Familia.

Al operativo se sumaron efectivos de la Guardia Civil, pertenecientes al puesto de Santiago de La Ribera, con el objetivo de recabar por el barrio de Las Cortes algún tipo de información sobre la descripción física de la madre del bebé y su paradero. Fueron momentos de gran incertidumbre entre los vecinos. La Policía Local, a través del historial médico de la madre, localizó un número de teléfono, pero resultó que la titular era la exsuegra. Esta mujer colaboró facilitando a los agentes el teléfono de la sospechosa. Cuando la joven recibió la llamada de la Policía Local se encontraba en casa de la amiga que la había acogido antes de dar a  luz. No rehuyó su responsabilidad. Salió de la vivienda situada en la calle Barrionuevo, justo a las espaldas del Ayuntamiento de San Javier, y se dirigió al encuentro de los tres agentes en  las inmediaciones del Parque Almansa. “Estaba bastante nerviosa y llorando”, detalla la policía Inmaculada. 

Una vez que la trasladaron a dependencias policiales y empezó a prestar declaración la joven, fue cuando comenzaron a despejarse algunas de las incógnitas que supuestamente impulsaron a C. F. C. a abandonar a la hija que acaba de traer al mundo: “No estaba arrepentida porque no tenía ayuda por parte de nadie y estaba desesperada”.  El embarazo se lo había ocultado a su madre después de romper con su pareja, de nacionalidad sudamericana, y durante los primeros meses de gestación trató de encontrar trabajo como dependienta de un comercio. No hubo suerte y el último trimestre de gestación lo pasó viviendo bajo el techo de su amiga. 

“Nos dijo que después de salir del hospital iba caminando por la calle y en un momento de nervios y desesperación vio el portal del bloque abierto y dejó a la niña en el carrito”, explica Inmaculada. El jefe de la Policía Local de San Javier, Salvador Angosto, felicitó “a los agentes por su eficiente intervención siguiendo todos los protocolos al tratarse de un menor”.  

Desconocía el proceso de adopción

La Policía Local, tras tomar declaración a la joven, la trasladó al puesto de la Guardia Civil en calidad de detenida por un supuesto delito de abandono de un menor que lleva aparejadas penas de cárcel. Fuentes del Instituto Armado confirmaron a este diario que después de instruir las correspondientes diligencias, la joven quedó en libertad en calidad de investigada. Desde la Consejería de Familia avanzaron que “este jueves se hará efectiva la guardia y custodia de la bebé por el Servicio de Protección de Menores”. Dos opciones hay sobre la mesa para el futuro de ‘L’: que sea acogida en una casa cuna de un centro de menores o por una familia canguro. La Consejería precisa que “en las familias canguro, los menores están un máximo de nueve meses, aunque este periodo puede ser prorrogable”. 

Durante ese periodo se decide la medida que más se ajusta a la situación del niño: seguir en acogimiento temporal un periodo más largo, iniciar el proceso de adopción, incluso intentar que sea acogido con familia extensa (abuelos, tíos...). En los últimos ocho meses, es el segundo caso de abandono de un bebé que se registra en la Región de Murcia. La Consejería achaca este tipo de situaciones a distintas variables: “Esta chica desconocía que existía un procedimiento para renunciar al bebé, dándolo en adopción, y es habitual que la gente desconozca este tipo de procesos”. No andan desencaminadas las citadas fuentes de la Consejería, ya que todas las informaciones recabadas hasta el momento apuntan a que la joven, que reside en España desde los seis años, a lo largo del embarazo no había acudido a los servicios sociales a solicitar ningún tipo de ayuda para madres solteras. 

La investigación judicial deberá determinar si C.F.C. adoptó la decisión de abandonar a su hija por su difícil situación personal o por otras variables, incluida la depresión post-parto. De momento, EL ESPAÑOL ha podido saber que esta joven hondureña no es madre primeriza, sino que tiene otro niño, fruto de una relación anterior y cuya custodia pertenece al padre porque tampoco podía mantenerlo económicamente. En la misma situación se encuentra ‘L’, aunque ella no ha tenido posibilidad de elegir, su madre fue la que decidió por ella.