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En Galicia, como en el resto de España, existe una fuga de talentos considerable que debería preocupar a cualquier partido político. Son muchos, jóvenes y no tan jóvenes, los que toman la decisión de marcharse de casa para buscarse la vida en otros países con mejores condiciones laborales, salarios más altos y mayores oportunidades de crecimiento personal y profesional.

Ese fue el caso de Laura, una gallega de A Coruña que, después de formarse en la universidad pública de su ciudad y realizar las prácticas correspondientes a su carrera, decidió mudarse a Edimburgo. En un principio pensaba quedarse solo dos o tres años, pero este 2025 ya se cumplen siete desde que tomó aquella decisión.

Las condiciones en Edimburgo vs en Galicia

La fuga de talento sanitario es una realidad en Galicia. Y no es para menos viendo las continuas protestas y manifestaciones que los profesionales de la salud realizan en los diferentes territorios de la comunidad. Las dificultades para tener un empleo estable, los salarios bajos y un sistema de oposiciones lento y competitivo empujan a muchos a hacer sus maletas.

Así lo hizo Laura hace 7 años. Recuerda que su decisión estuvo motivada por la necesidad de crecer profesionalmente y vivir una experiencia fuera de España: "Sabía que, como enfermera, iba a tener opciones de trabajo con unas condiciones laborales buenas", explica.

Y así fue: apenas tardó en encontrar empleo gracias a una agencia que gestionaba personal para el NHS británico (Servicio Nacional de Salud de Reino Unido). "Al ser 'pre-brexit' era todo bastante más orgánico y las contrataciones más simples que ahora", aclara.

Una vez instalada, descubrió una estabilidad laboral que, según cuenta, en Galicia habría sido difícil de obtener. "Desde el principio he tenido un un contrato indefinido con horarios fijos, en el servicio que yo escogí y vacaciones pagadas. Tener esta estabilidad ayuda a crecer profesionalmente y tener tiempo para seguir formándote". Y recalca: "Aquí sí hay esa posibilidad".

En el ámbito económico, aunque reconoce que los salarios son variables, estima que la diferencia con España puede rondar los "500 o 600 euros al mes". Aun así, matiza que la comparación nunca es exacta porque influyen numerosos factores. Sobre el nivel de vida, admite que la vivienda también se ha encarecido en Escocia, pero considera que "la proporción es más justa que en Galicia" o, al menos, en su sector.

El sistema sanitario escocés también presenta diferencias importantes respecto al español: no existen oposiciones y las contrataciones se realizan mediante entrevistas. Sin embargo, como usuaria, Laura reconoce que el servicio sanitario de Edimburgo es incomparable con el de aquí: "La calidad y formación de un trabajador de salud en España y en Galicia es superior", sentencia.

Esto es un ejemplo de lo contradictorio que es invertir recursos públicos en preparar a profesionales altamente cualificados para que, ante la falta de oportunidades bien remuneradas, estos se marchen a otros países que, a priori, no cuentan con el mismo nivel de formación, pero saben cómo aprovechar el talento que España no supo retener.