El actor Luis Tosar se encuentra promocionando su nueva película, Golpes, estrenada en cines el pasado viernes 5 de diciembre. La producción narra la historia de dos hermanos en la España cambiante de los años 80, un país que sufría las heridas de la reciente dictadura que, durante 40 años, lo sumergió en la represión.
Tosar conectó con Jesús Cintora en el programa Malas Lenguas de RTVE para hablar no solo de la película, sino también del estado actual de la memoria democrática en España. Según el actor, lejos de haberse superado, todavía hay quienes continúan ensalzando la figura de Franco en lugar de condenarla.
El Luis Tosar más crítico
La historia de Golpes se sitúa en la España de los 80, un país que cambia con rapidez mientras convive con las heridas abiertas de la dictadura y la Guerra Civil. El filme narra el regreso de Miguel (Jesús Carroza) a una Sevilla marcada por las desigualdades. Recién salido de prisión, intenta recomponer su vida, pero para ello tiene que saldar cuentas pendientes.
En el camino, emprende una serie de golpes a bancos, joyerías, etc., cuya investigación cae en Sabino (Luis Tosar). Dos hermanos cuyas vidas fueron completamente separadas y que ahora se vuelven a encontrar.
En este marco, la película aborda el peso de la memoria democrática, una cuestión que Tosar analizó en el programa Malas Lenguas de RTVE, en conversación con Jesús Cintora. El actor destacó que la trama enlaza con uno de los temas más sangrantes de la posguerra: la imposibilidad de muchas familias para recuperar a sus seres queridos.
En la película, Miguel decide desenterrar a su padre, asesinado durante la dictadura, un gesto que simboliza la necesidad de reparación que miles de personas aún reclaman hoy.
Cintora le preguntó a Tosar por qué cree que en la España actual siguen existiendo sectores que no condenan la dictadura, y el actor fue contundente: "No solo no la condenan, sino que además la ensalzan".
Y añade: "Es terrible ver cómo chavales de 14 o 15 años ensalzan la figura de Franco como si este señor no hubiera sido el mismo que un 18 de julio levantó a medio país en armas, se declaró rebelde, y provocó una Guerra Civil durante 3 años que nos ha dejado heridas abiertas y sangrando hasta el día de hoy".
El actor lamentó también que aún haya colectivos que ponen obstáculos a las familias que intentan recuperar a sus desaparecidos: "Mucha gente lo hace básicamente por odio y por ganas de molestar, y de ofender y de hacer daño. No dejan que la gente pueda desenterrar a sus familiares de unas tumbas indignas, se podría ahorrar mucho dolor con todo esto".
Tosar reconoció que nunca ha logrado comprender del todo esta resistencia, aunque considera que se trata de un ejercicio colectivo: "Nunca lo he acabado de entender muy bien. No sé si es un ejercicio que tendremos que hacer entre todos, pero desde luego en esta película intentamos mandar un mensaje de concordia en este sentido, pero no sé si va a surgir efecto".
Cintora le preguntó si existen intereses en manipular lo ocurrido durante la dictadura y la Guerra Civil. Tosar fue claro: "Se está viendo de manera bastante clara en los últimos tiempos. Tenemos una serie de partidos que están mucho más allá que la ultraderecha que están reivindicando una figura que ha sido funesta para nuestra historia, que provocó 40 años de dolor, de oscuridad y de atraso en este país, y parece que hay bastante impunidad al respecto", sentencia.
