Aquel niño que pasaba horas frente al televisor, sumido en los documentales de La 2, nunca imaginó que algún día se convertiría en uno de los exploradores que veía en pantalla. Sechu López, natural de Ourense y vecino de Miño (A Coruña), es adicto a la adrenalina. Después practicar alpinismo en 28 países diferentes, no sorprende que su próxima aventura lo lleve al fin del mundo. El siguiente desafío a sus 59 años será en el Ártico canadiense, en una travesía épica conocida como Mar de Hielo 2025.
La expedición, que tiene como objetivo recorrer 800 kilómetros sobre mar helado, se realizará utilizando esquís y arrastrando los suministros en una "pulka", o trineo. Durante 40 días, Sechu y sus compañeros estarán completamente expuestos a las duras condiciones del Ártico, con temperaturas que pueden llegar a los -40ºC y vientos que pondrán a prueba sus límites físicos y mentales.
"Eu son un montañeiro e aventureiro, tamén. A miña vida está chea de actividades que teñen que ver coa natureza", cuenta Sechu. Su amor por la naturaleza lo ha llevado a realizar expediciones a montañas de 8.000 metros y a recorrer la costa gallega en solitario durante 1.700 kilómetros. Sin embargo, su pasión por los deportes de aventura no termina ahí. Ha practicado kayak de mar, escalada y alpinismo en 28 países.
"De neno, pensaba en todo o que quería facer cando fose maior e, ao final, foi perseguir os meus soños", comenta con una sonrisa. Y ese sueño de aventuras extremas lo lleva a embarcarse en Mar de Hielo 2025, un proyecto que surgió de una conversación casual durante su última estancia en Laponia, donde compartió experiencias con los que serán sus compañeros de aventura.
Ruta de Mar de Hielo 2025.
José Trejo (extremeño), Francisco Mira "Quitín" (murciano), además del ya mencionado, Sechu López (gallego), se embarcarán en esta intrepidante aventura el próximo 21 de marzo, cuando cada uno salga de su respectiva ciudad dirección a Madrid para coger un vuelo a Canadá y, posteriormente, tres vuelos internos más hasta Resolute Bay. Desde ese punto tan solo se podrán valer de sus piés.
Solos ante la nada
La preparación para esta expedición no ha sido fácil. Una travesía de 800 km sobre mar helado "non se planea dun día para outro". La idea surgió hace dos años. En un principio iban a ser cinco, pero unos se bajaron del carro y se sumaron otros. Sechu se unió a la aventura hace ocho meses.
"Temos experiencia en superficies conxeladas, en montañismo e en actividades de aventura", explica Sechu. A donde van les espera hielo, nieve y vientos constantes, además de un frío que te llega hasta las entrañas. Eso sin contar la presencia de osos polares, que "son animais potencialmente perigosos".
Equipamiento para la expedición.
"A zona onde imos non hai ninguén, polo que calquera cousa pode pasar", explica, refiriéndose a la naturaleza salvaje del Ártico canadiense, donde el cambio climático está alterando las condiciones del terreno. "Non sabemos o que imos atopar. As liñas de auga, as fracturas de xeo, a visibilidade baixa... todo iso pode complicar a nosa travesía", añade.
Uno de los mayores desafíos será arrastrar los trineos con los suministros durante kilómetros y kilómetros de hielo. "O peso inicial de cada pulka será duns 120 quilos. Levamos tenda, cociñas, combustible e comida. Todo o que necesitamos para sobrevivir durante os 40 días", explica el explorador.
Más allá de la civilización
Aunque la mayoría de este recorrido lo realizarán los tres exploradores solos, en el primer tramo de 80 primeros kilómetros estarán acompañados por los inuit, de los pueblos originarios del Ártico. Estos expertos en sobrevivir en el hielo. "Explorar ábrete a mente a outras culturas, como a dos inuit", añade.
Aunque la ayuda inicial de los locales será esencial para garantizar un buen comienzo en su travesía, después de esos primeros 80 kilómetros, el grupo se enfrentará solo a la implacable vastedad del Ártico. Las condiciones serán durísimas: vientos helados, visibilidad reducida y temperaturas extremas, pero nada de eso parece intimidar a este grupo de aventureros. "Nós somos uns superviventes na montaña, pero o Ártico será un reto completamente diferente", añade Sechu, quien asegura que la clave será mantenerse mentalmente fuerte y preparado para cualquier imprevisto.