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El Ayuntamiento de Ferrol ha aprobado inicialmente el proyecto de urbanización del PERI-2R Sánchez Aguilera, una actuación estratégica que permitirá convertir el antiguo recinto militar en un nuevo barrio verde, abierto y plenamente integrado en la ciudad, con una inversión cercana a los 18 millones de euros.

El alcalde, José Manuel Rey Varela, subrayó que "Ferrol sigue derribando muros y ganando espacios para los ferrolanos", destacando que este proyecto supone un paso clave para el desarrollo urbano tras décadas en las que el recinto funcionó como una gran barrera interior.

El ámbito de actuación, que ocupa 107.770 metros cuadrados, abarca el antiguo Cuartel Sánchez Aguilera, General Elorza, el Parque de Ingenieros y otras instalaciones militares históricas.

Con esta intervención, el Concello busca coser barrios tan relevantes como Canido, A Magdalena, Inferniño y Santa Mariña, mejorando la conectividad urbana.

El nuevo desarrollo se concibe como "un barrio equilibrado y completo", con cuatro parcelas de uso residencial, cinco parcelas destinadas a dotaciones públicas y una parcela de uso terciario, combinando vivienda, servicios, actividad económica y amplios espacios de convivencia.

El proyecto concede un papel central al espacio público, con la creación de un gran pulmón verde concebido como un auténtico bosque urbano, una plaza central destinada a eventos culturales y vecinales, y un amplio espacio deportivo y recreativo de uso público que incluirá pista multideporte, pump track, zonas biosaludables, parque canino y áreas de juegos infantiles inclusivos.

En materia de movilidad, el diseño apuesta por un modelo de supermanzana, con tráfico calmado, prioridad para peatones y ciclistas y 1,5 kilómetros de carril bici integrado en la red urbana, favoreciendo la movilidad sostenible y segura.

Además, se habilitarán 363 plazas de aparcamiento en superficie, frente a las 168 previstas inicialmente, dando respuesta a una demanda histórica del entorno.

La actuación contempla también la conservación y puesta en valor del patrimonio, con la rehabilitación de varios pabellones y del antiguo edificio del acuartelamiento para usos públicos, así como la recuperación del histórico depósito de agua como elemento simbólico del nuevo barrio.

El proyecto se someterá ahora a un período de exposición pública de un mes, previo a su aprobación definitiva. Las obras tendrán un plazo de ejecución de 24 meses, consolidando uno de los mayores proyectos urbanos de las últimas décadas en Ferrol.