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El negro no es un color que invite al optimismo o la esperanza. La "oveja negra" es el miembro conflictivo de una familia, y un "día negro" no depara buenas noticias sino infortunios. Un "jueves negro" de 1929 el crack de la Bolsa en Wall Street hundió a Estados Unidos en la llamada Gran Depresión. También en Norteamérica surgió décadas después otro día negro, el viernes, aunque carece de connotaciones catastrofistas.

El Black Friday es una llamada ritual al consumismo con origen en Estados Unidos, abierta a distintas teorías e instaurada desde los últimos años del siglo pasado como la fecha de finales de noviembre en la que tiendas y centros comerciales ofrecen grandes descuentos a los clientes. Varios países han importado esta tendencia, entre ellos España. Pero no todo el comercio aplaude la medida.

Cuñas publicitarias, carteles, rótulos en escaparates, anuncios en redes, correos y otros soportes anuncian el Black Friday desde hace semanas. Con distintos porcentajes en las rebajas de comercios, generalmente grandes marcas y franquicias y en calles comerciales o grandes superficies. Algún negocio extiende su Black Friday a más de un día en vísperas de la campaña de Navidad, cuando también se dispara el consumo.

A Coruña, como todas las ciudades de España, tendrá su Black Friday este viernes 28, que en el propio sector comercial se recibe con opiniones enfrentadas. Los representantes de las asociaciones comerciales coruñesas asumen esta costumbre del mismo modo, señalan, en que se han "acostumbrado a San Valentín o a Halloween", pero son mayoría quienes consideran que "perjudica" al comercio pequeño, tradicional o de barrio.

Plaza de Lugo, en A Coruña, donde hay tiendas con rebaja de Black Friday. Quincemil

"Quien quiera hacer Black Friday está en su derecho, lo apoyaremos, pero es una política agresiva que no favorece los valores del comercio local”, cree Alba Balsa, presidenta del centro comercial abierto Distrito Mallos, que lamenta que esta campaña “desplace las masas de consumo a la venta online o a los centros comerciales".

"Para el pequeño comercio es un verdadero desastre", es más categórico Adolfo López, presidente de la Asociación Comercial y Empresarial Ciudad Antigua (Aceca). "Hace años había opiniones diferentes, pero últimamente veo más rechazo en el comercio local, aunque siempre hay alguien que se apunta a la venta por internet".

"Los comercios suben los precios de productos unas semanas antes y los bajan cuando llega el Black Friday. Son rebajas encubiertas"

Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC)

En O Castrillón, Eirís y Monelos "casi nadie" hace Black Friday, juzga la presidenta de la asociación Acocem, Estrella Pérez: "Los pequeños no sacamos provecho y nos fastidia la campaña de Navidad, que es más floja porque un mes antes se compra más con descuentos".

La "trampa" de las rebajas

La Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC) recela de la estrategia del Black Friday, que la considera engañosa por "hacer trampa con las rebajas". "Los comercios suben los precios unas semanas antes y los bajan cuando llega el viernes negro. Son rebajas encubiertas, mientras aumenta el ansia compradora, sobre todo en las grandes superficies", opinan fuentes de la federación, que recuerdan que "en su momento" solicitaron a las administraciones la regulación de los descuentos.

"Defendemos aplicar precios justos para clientes, comerciantes y proveedores. Comprar con responsabilidad y concienciación"

Daniel Rocha, autónomo y dueño de La Revolución de los Graneles

La alteración de precios subiéndolos para después bajarlos en los días de rebaja también la denuncia Daniel Rocha, autónomo y propietario de La Revolución de los Graneles, en el mercado de Elviña, un comerciante que en el pasado ha promovido y divulgado iniciativas para fomentar el apoyo y el consumo del comercio local.

'Black Week' con descuentos en una tienda de moda en A Coruña. Quincemil

Rocha considera que las campañas de "consumismo brutal insostenible" y los "grandes descuentos" son "bombas contra el tejado del pequeño comercio". Defiende "precios mínimos para evitar descuentos" y "precios justos para el consumidor, el comerciante y el proveedor". Y demanda "comprar con responsabilidad y concienciación" para no dañar a los comerciantes locales.

"Otra alegría" en la calle

El contrapunto a estas opiniones lo pone Distrito Picasso en uno de los entornos con más actividad comercial de A Coruña, la plaza de Lugo. Su presidente, Jesús Valencia, asegura que "el Black Friday mueve clientes y consumo" y genera "otra alegría" en la calle con "mayor movimiento de ventas", especialmente en ropa y electrónica.

Ese ámbito entre las plazas de Vigo, Galicia y Lugo permite a los ciudadanos estos días ver distintas ofertas en los escaparates de las tiendas de ropa, complementos o telefonía. No todas aluden al consagrado Black Friday, que modifican por otros términos como Black Week; otras evitan el término y aluden a "precios especiales" (en castellano o en inglés); y otras, sin porcentajes de descuento visibles en el escaparate, se apuntan al mensaje de que en su negocio es Black Friday "todo el año".