El riesgo que corren los comerciantes instalados en una galería o pasadizo comercial es el de la invisibilidad, no ser vistos ni conocidos por quienes muy próximos a ellos se mueven para adquirir bienes o servicios. Pese a permanecer breve o largo tiempo en lugares escondidos, algunos negocios consiguen consolidar clientela. Eso ocurre en una pequeña galería de la avenida Rubine de A Coruña.
Nadie que tenga ahora su tienda ahí, bajo el edificio residencial número 13-15, estaba al comienzo, por eso no está clara la fecha del inicio de actividad. "La década de los ochenta, a comienzos o mediados", calculan algunos. Solo hay ocho establecimientos, siete ocupados y uno vacío, una joyería y relojería desde este año.
Acceso a la galería comercial de Rubine en A Coruña.
La veteranía la pone Lorena Acuña tras 16 años como responsable de Tucos, reparación de calzado que ha convertido en "especialización" el teñido de cazadoras, bolsos y zapatos y el tratamiento y limpieza de pieles, los cosidos de bolsos y arreglos de ropa o piezas deportivas, razones por las que continuamente gana clientes.
"Esta señora que acaba de salir vino el otro día por primera vez porque la remitió aquí otro zapatero que no podía arreglar su problema", cuenta. "La clientela que traje de mi anterior tienda en la calle Riazor ha ido aumentando porque lo que hago pasa de boca en boca, y no he necesitado hacer publicidad", explica Acuña.
Enfrente, la peluquería de Álvaro Lago explota su estilismo de autor desde hace una década, el de un profesional con 47 años de experiencia que llegó a peinar y maquillar a los artistas de la Televisión de Galicia (Ana Kiro entre ellas) y para catálogos y revistas.
Álvaro Lago, con 'Koldo', ante un retrato suyo en su peluquería.
"Llegué a tener tres peluquerías y 21 empleados. Ahora estoy aquí yo solo, pero con una clientela ganada que me conoce de toda mi etapa anterior", repasa Lago, al que siempre acompaña su perro Koldo en su luminoso salón.
Referencias que atraen clientes
Al final de la luminosa galería ofrecen sus servicios un entrenador personal en el gimnasio Reset Studio y un taller con clases de ilustración y creatividad. Más próximos a la entrada de Rubine, la oficina de gestión inmobiliaria ABC, que solo atiende con cita previa; la corsetería-lencería Los deseos de Eva, desde hace seis años; y la panadería-pastelería O Artesano, donde a diario los vecinos y la gente de paso llenan la despensa con variedad de productos.
La especialización a la que se dedican Acuña o Lago se repite en estos establecimientos. Rodrigo de Jesús Moura y su esposa, naturales de Brasil, destacan el pan artesanal gallego, el queso del país y las empanadas y bizcochos caseros en su escaparate de O Artesano, que "llaman la atención de vecinos y turistas".
Lorena Acuña en su negocio de la galería de Rubine, Tucos.
Gema Casal señala en Los deseos de Eva, donde lleva seis años dedicada a todo tipo de tallas de ropa interior femenina, que es "la referencia" el motivo que mueve a los clientes de la galería: "Mucha gente no sabe que estamos aquí, pero hay buenas recomendaciones y nos descubren".
Son estos negocios los que ahora hacen grupo y dan vida a esta modesta galería, los que en un momento u otro tomaron el relevo de una carnicería, una academia, un anticuario, una librería, una tienda de lanas u otra peluquería que también ocuparon este escondido, pero no muerto, espacio comercial de A Coruña.
