Desde enfrente, las mujeres que trabajan en Loly han visto a su vecino Zara celebrar su medio siglo de actividad en Juan Flórez, calle de A Coruña donde en 1975 nació la primera tienda de Amancio Ortega, antes de la fundación de Inditex. En un lustro Foto Loly llegará también a sus cincuenta años.
Ninguna de las empleadas se llama Loly. Son Pili Ugarte, Maca Garay y Belén Carballo, hija de Loly, el origen de todo. Tras trabajar desde los 16 años como comercial de fotografía y encargada en negocios de Rúa Nova y Ramón de la Sagra, abrió su propio comercio en 1980. Hasta que falleció en 2016 estuvo al frente de Loly.
"Loly está de moda", proclama Pili. "Cierto", confirma Belén. "Tiendas grandes remiten a sus clientes aquí porque pueden encontrar accesorios que ellas no tienen porque no hay en casi ningún sitio". Baterías, carretes, cables, lentes, filtros, kits de limpieza de objetivos y focos... además de marcos y álbumes para fotos.
Rótulos de neón y antiguo de Foto Loly en la calle Juan Flórez.
En Loly no se venden cámaras salvo si se encargan. O se venden solo modelos desechables y nuevos diseños de pequeñas cámaras digitales, con mejores prestaciones, que ahora vuelven a comprarse "para llevar en el bolsillo".
Se hace mucho revelado analógico y escaneo de negativos, así como "fotos de carné al instante", como indica el cartel retro de la tienda junto a un viejo rótulo de neón que ilumina el acceso cuando el día oscurece.
El curso de los años ha creado tendencias en el sector comercial fotográfico del que el personal de Loly ha sido testigo. "Hubo una gran etapa de revelado analógico, de venta de proyectores de diapositivas y retroproyectores para colegios y universidades. Cuando empezó lo digital, el cambio fue brutal y nos actualizamos. Y ahora la gente quiere tener en formato digital lo que fotografía en analógico".
Accesorios para cámaras fotográficas en Foto Loly.
Belén Carballo explica que en la actualidad se venden más carretes para cámara analógica, descubierta por mucha gente joven ("menores de 30 años"), muchas veces por una herencia o gracias al mercado de segunda mano, que "se ha aburrido de lo digital". "Lo analógico es más técnico, juegas con las luces y las sensibilidades del carrete. Todo vuelve, lo analógico también".
Otro clásico de las fotos
Por la vista de las empleadas de Loly pasan al día muchas fotografías. A sus ojos y según su criterio estético, ¿cuál es una buena fotografía? "Con buen encuadre y buena luz hay una buena foto", resume Carballo.
Ugarte asiente, mostrando su rechazo a la costumbre actual de "hacer fotos amarronadas, en tonos tostados y oscuros". "Hay gente aficionada a lo analógico que saca muy buenas fotografías", coinciden.
En la zona de Juan Flórez Loly es muy conocida, tanto que quienes se cruzan con sus empleadas las llaman por el nombre de la fundadora de la tienda. Lo mismo ocurría en el pasado cuando se identificaba a los trabajadores de otras tiendas de fotografía de la ciudad por el nombre del negocio: Blanco o Artús, clásicos del sector desaparecidos que durante décadas ayudaron a alimentar en muchos clientes la pasión por la imagen y las fotos.