El pleno del Concello de Santiago de Compostela ha aprobado este jueves mantener el uso comercial de las plantas bajas de los edificios en las principales zonas comerciales de la ciudad. De este modo, no aplicará en determinados ámbitos y supuestos la normativa de la Xunta de Galicia que permite convertir los bajos en viviendas.
La medida, propuesta por el gobierno local formado por el BNG y Compostela Aberta, ha salido adelante con el voto a favor de los seis concejales del Grupo Socialista, ya que, por el momento, los cuatro ediles expulsados del PSOE -Mercedes Rosón, Mila Castro, Gonzalo Muíños y Marta Álvarez- aún no han pasado al grupo de los no adscritos. Por su parte, el Grupo Popular ha votado en contra.
En su defensa de la iniciativa, el concejal de Urbanismo, Vivenda e Cidade Histórica, Iago Lestegás, ha destacado que el Concello de Santiago ya tiene una regulación de usos, basada en estudios y análisis recientes, que define en qué ámbitos de la ciudad es necesario mantener el carácter terciario de los bajos para garantizar la diversidad de usos y preservar la vitalidad urbana. "Non tería sentido desbotala agora", ha manifestado.
Lestegás ha defendido que el gobierno local quiere seguir utilizado el planteamiento urbanístico y las competencias municipales para garantizar que los barrios tengan usos diversos para "protexer o comercio de proximidade que proporciona bens e servizos esenciais para o día a día".
El edil ha señalado también que en Santiago hay muchos bajos que pueden transformarse en viviendas pero que en determinadas zonas se debe mantener el carácter terciario para que la ciudad "funcione". "Non se pode facer tábula rasa e ignorar as particularidades de cada rúa e cada barrio", ha sostenido.
Apoyo del Grupo Municipal Socialista
La encargada de defender la postura del Grupo Municipal Socialista ha sido la que fuera edil de Urbanismo con los gobiernos del PSOE, Mercedes Rosón, quien ha incidido en que en Compostela "ya existen barrios como Fontiñas, Vista Alegre o el Restollal en el que se permite el uso residencial en los bajos".
Además, ha sostenido que para el Partido Popular en la Xunta de Galicia "la vivienda nunca fue un derecho" como muestra, en su opinión, "los 15 años sucesivos de gobiernos del PP en los que no se hizo vivienda pública ni se ejecutaron los presupuestos".
"Para el PP la vivienda nunca fue un derecho, sino un negocio", ha afirmado para denunciar que ahora el Gobierno gallego pretende "cambiar masivamente los bajos comerciales" con la "excusa" de la necesidad de vivienda. "Pero es que las personas no solo tenemos derecho a una vivienda, sino a una vivienda digna", ha afirmado para censurar también que la normativa autonómica "reduzca de manera drástica" los requisitos de habitabilidad para estos bajos.
El PP, en contra
Enfrente, el portavoz del PP local, Borja Verea, ha justificado el voto en contra de su formación al asegurar que BNG, Compostela Aberta y el PSOE tiene un modelo "diferente" al del Partido Popular que, según ha indicado, apuesta por permitir esta reconversión para, entre otras cuestiones, mejorar la política de preservación urbana allí donde hay zonas degradadas.
Así, ha dicho que su formación ha detectado "más de 200 bajos vacíos abandonados" que dan una "triste imagen de feísmo, insalubridad e inseguridad" en lo que supone "un auténtico desierto comercial" que lleva así "más de 20 años".
"Por lo tanto, acabamos de perder una gran oportunidad", ha asegurado Verea, que ha señalado que la medida "lógicamente no se aplicaría en las zonas en las que hay músculo comercial" como el Ensanche y empezaría por barrios como el de Conxo y A Choupana.