A pocos días de cumplir 19 años, Noé Carrillo vivió una noche inolvidable. Tras años de trabajo y miles de kilómetros recorridos, llegaba su debut con el primer equipo del Deportivo. Parte de su familia y amigos acompañaban a Riazor en la ovación que recibía el canterano nada más pisar el césped de Riazor.
El chaval se mostraba feliz tras su debut: "Cumplo el sueño que tenía desde el Infantil. Marqué el gol y se hizo el silencio. Me acordé de mis seres queridos, mi padre y mi madre que no pudo venir porque estaba trabajando".
Para aquellos que le conocen y le siguen desde hace tiempo, sus primeros minutos no resultaron ninguna sorpresa. Noé mostró lo que siempre ha hecho sobre el terreno de juego: sacrificio, ayudar al equipo en la presión y mostrar su poderosa zancada.
Los primeros detalles sorprendieron a los que no tenían a Noé bajo su radar. Y si todo ello fuera poco, y en un momento solo destinado para los elegidos, la Copa le tenía reservado un momento único: marcar el gol que iba a permitir al Dépor volver a unos octavos de final de Copa nueve años después de la última vez.
El gol retrató a un llegador que pudo empujar la pelota a la portería después de que el remate de Bil se estrellara en el palo. Y ahí se desató la locura. Noé corrió como todos esos niños que sueñan algún día con llegar al primer equipo del Dépor.
Noé y su carrera hasta el primer equipo
Noé nació en Teo hace casi 19 años. Ingresó en Abegondo en edad infantil y fue recorriendo todas las categorías hasta llegar al primer equipo.
El club ha trabajado con él el aspecto físico de manera minuciosa y el resultado está siendo muy positivo. Este año fue clave en el buen hacer del Fabril al inicio de temporada.
Compaginando el Fabril con los entrenamientos del primer equipo llegó una inoportuna lesión que le obligó a parar durante casi dos meses. Por eso sabe incluso mejor este debut soñado por un futbolista hay que tener muy en cuenta de cara al futuro.
