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En la tradición medieval se vincula a los caballeros templarios, guardianes de los secretos de Tierra Santa, con el Santo Grial, el cáliz de la Última Cena. Según el Parzival de Wolfram von Eschenbach, del siglo XIII, los templarios protegían este relicario en castillos ocultos, grabando símbolos crípticos en piedra para señalar su paso. Sus fortalezas, desde Jerusalén hasta Europa, eran altares del misterio, donde la fe y el enigma se entrelazaban, quizá fue uno de los motivos por los que fueron borrados de la faz de la Tierra. Lo que seguro pocos saben es que la villa gallega de Noia es un lugar sagrado que guarda una del legado templario: la iglesia de Santa María a Nova y su cementerio, la Quintana dos Mortos. Construida en 1327 y rodeada de lápidas con grabados que evocan gremios y, según la tradición, a los templarios, este enclave es un testamento de la Galicia medieval. Sus símbolos, como los del mítico Grial, esconden historias de marineros y caballeros. Esta es la historia de Santa María de Noia y su enigmático camposanto.

Parzival de camino al castillo del Grial. https://es.wikipedia.org

La iglesia de Santa María a Nova, situada en el centro de Noia, en la provincia de A Coruña, es un monumento histórico declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1973.

Fue Construida en 1327 por el arzobispo compostelano Berenguel de Landoira, de origen francés, y se alza sobre los cimientos de un templo románico del siglo XII, lo que explica su nombre “a Nova” (la Nueva), en contraste con una anterior “Santa María a Vella”.

Interior de la iglesia de Santa María A Nova. https://es.wikipedia.org

Su estilo gótico marinero, con influencias románicas, se refleja en su única nave dividida por cuatro arcos que sostienen un tejado de madera. La fachada principal, protegida por un pórtico añadido en 1817, presenta la Adoración de los Reyes Magos, donde aparece Berenguel de Landoira arrodillado ante la Virgen.

Pórtico donde aparece Berenguel de Landoira. https://es.wikipedia.org

El interior alberga un retablo barroco de 1760 en la capilla mayor y una capilla plateresca de 1575, construida por Pedro de Cereceda para la familia de los Carneiro, mercaderes y banqueros de la villa que financiaron a arzobispos compostelanos. En esta capilla descansan los sarcófagos de Pero Carneiro, con su figura esculpida, y Álvaro Paz Carneiro, fallecido por la peste en 1348.

Tumba de Pero Carneiro. https://es.wikipedia.org

Otro sepulcro destacado es el de Juan de Estivada, un tabernero noiés del siglo XIV, trasladado desde la iglesia de San Martiño en 1930, y cuya inscripción al revés ha generado múltiples teorías sobre códigos secretos.

Tumba de Juan de Estivada. https://es.wikipedia.org

La iglesia se encuentra en el corazón de la Quintana dos Mortos, un cementerio medieval considerado uno de los más importantes de España. Su nombre, que significa “plaza de los muertos” en gallego, evoca su uso como camposanto desde al menos el siglo XII.

El cementerio alberga más de 500 lápidas, datadas entre los siglos XIV y XIX, la colección más extensa de Europa. Muchas sin nombres ni fechas, están grabadas con símbolos gremiales que identifican oficios: anclas para marineros, tijeras para sastres, escuadras para canteros y varas de medir para mercaderes.

Lápidas expuestas en el interior de la iglesia. https://www.noiaturismo.com

Las más antiguas reflejan la organización de los gremios medievales de Noia, un próspero puerto donde los oficios marítimos y comerciales florecieron. Otras muestran figuras humanas y las más modernas, de los siglos XVII al XIX, incluyen escudos heráldicos y estatuas de hidalgos.

Lápidas expuestas en el interior de la iglesia. https://www.noiaturismo.com

La conexión con los templarios es uno de los mayores misterios de la Quintana dos Mortos. Según la tradición oral, dos hermanos noieses, caballeros de la Orden del Temple, partieron hacia Tierra Santa en el siglo XIII, cuando los templarios navegaban desde puertos gallegos como Noia para defender Jerusalén. Juraron protegerse mutuamente, pero el destino los separó en el fragor de una batalla.

Marcas en las lápidas de la iglesia. https://www.noiaturismo.com

Uno de los hermanos, herido en combate, creyó muerto al otro y regresó a Noia. En memoria de su hermano, mandó construir el cruceiro gótico del Cristo do Humilladoiro, erigido en el siglo XVI en la parte sur del cementerio de Santa María a Nova.

El otro hermano, sin embargo, no había perecido, sobrevivió a las arenas de Palestina y, años después, volvió a su villa natal. Al descubrir el cruceiro erigido por su hermano, y creyéndolo muerto, levantó un baldaquino, un templete de piedra del siglo XVI que cobija el cruceiro adornado con una escena de caza y las cuatro fases lunares.

Badalquinos en el cementerio de Noia. https://es.wikipedia.org

La leyenda cuenta que los hermanos, separados por la guerra, nunca se reencontraron, pero sus obras, el cruceiro y el baldaquino, quedaron unidas en la Quintana dos Morto, como un testimonio de hermandad y devoción.

La tradición añade que la tierra para consagrar el cementerio fue traída desde Palestina por barcos noieses, posiblemente ligados a los caballeros templarios, quienes habrían usado este puerto gallego para sus viajes a Tierra Santa. De esta manera, cada sepultura es un pedazo de Tierra Santa, un lugar donde los muertos descansan bajo la protección de los legendarios caballeros del Temple.

Cementerio de Noia. https://www.noiaturismo.com

Y aunque esta tradición no está documentada, algunos historiadores ven en estas obras y tradiciones un simbolismo esotérico que podría vincularse a los templarios, aunque otros lo relacionan con gremios de canteros o ritos iniciáticos del Camino de Santiago, lo que refleja la importancia marítima de Noia como escala del Camino.

Lápidas expuestas en el interior de la iglesia. https://es.wikipedia.org

Además, las lápidas con grabados indescifrables alimentan la hipótesis templaria. Algunos creen que estas marcas, similares a las “marcas poveiras” de los pescadores portugueses, eran códigos gremiales o iniciáticos, pero no hay evidencia directa de autoría templaria. La falta de catalogación completa y el estado de conservación de las lápidas, muchas apiladas o cubiertas por maleza, dificultan desentrañar su significado.

Lápidas apiladas en el exterior de la iglesia. https://es.wikipedia.org

Las lápidas gremiales reflejan la riqueza de una villa donde marineros, mercaderes y artesanos financiaban la iglesia, como atestigua la inscripción de 1327 que nombra a Pedro Bochón como procurador de la obra. Además, la capilla de los Carneiro, banqueros de arzobispos, y la tumba de Juan de Estivada, muestran la prosperidad de Noia como centro comercial y religioso.

Para muchos, Santa María a Nova y la Quintana dos Mortos son un archivo de la Galicia medieval, ya que sus enigmáticas lápidas gremiales narran la vida de marineros, sastres y canteros que hicieron de Noia un faro del Camino de Santiago.

Lápidas expuestas en el interior de la iglesia. https://es.wikipedia.org

El baldaquino y el cruceiro también guardan secretos que, como el cáliz del Grial, quizá algún día podamos desvelar. Mientras, la leyenda templaria se resiste a ser olvidada, convirtiendo a Noia en un trozo de Tierra Santa, esa por la que todos luchan…

Inscripción sobre la puerta lateral de la iglesia de Santa María a Nova. https://es.wikipedia.org

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia

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Referencias:

es.wikipedia.org

elespanol.com/quincemil

viajandoconpio.com

minube.com

lugaresconhistoria.com

galiciamaxica.eu

noiaturismo.com

elcorreogallego.es

unidadpastoraldenoia.org

galiciapuebloapueblo.blogspot.com