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¿Por qué hay tantas palmeras en A Coruña? Esta es la explicación

La historia del origen de las palmeras en la ciudad guarda relación con las migraciones ocurridas en el siglo XIX
Palmeral de los jardines de Méndez Núñez en A Coruña
Palmeral de los jardines de Méndez Núñez en A Coruña
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Las palmeras se asocian habitualmente a zonas cálidas y climas tropicales, sin embargo, esta especie está muy extendida por diversos puntos de Galicia, también en la ciudad de A Coruña, donde es fácil encontrar palmeras cuando se sale a dar un paseo. Estas plantas han ocupado titulares en los últimos años debido a la plaga de picudo rojo que vienen sufriendo, y que ha reducido su número considerablemente. Pero, ¿desde cuándo y por qué hay palmeras en las calles coruñesas?

En A Coruña es posible encontrar palmeras en varias zonas del callejero, destaca el palmeral de los Jardines de Méndez Núñez, que se encuentra incluido en el catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia en el que la Xunta recoge "exemplares concretos ou rodais de árbores que polas súas características son consideradas reliquias botánicas obxecto de respecto veciñal e con valor científico, cultural, didáctico, paisaxístico ou ornamental".

La razón de por qué hay tantos ejemplares de esta especie en Galicia se encuentra en las migraciones que tuvieron lugar en el siglo XIX. "Las palmeras llegaron de la mano de las personas que emigraron al continente americano y acabaron regresando", relata Javier Cremades Ugarte, catedrático de Botánica de la Universidade da Coruña.

En el artículo La emigración gallega a América (1880-1930) integración y retorno, el profesor de la Universidad de Vigo, José Ramón Campos, detalla que "la afluencia de gallegos hacia América será masiva a partir de la década de los ochenta del siglo XIX, cuando los nuevos medios de transporte y las cadenas migratorias constituidas anteriormente facilitan una fuerte atracción hacia esas tierras".

En ese sentido, señala que entre 1887 y 1895 la mayoría de migrantes gallegos fueron a Cuba, Argentina y Brasil y, a partir de 1912, Argentina se convertiría en el país que "recibió más de la mitad de la emigración gallega a América".

Posteriormente, "cuando estas personas volvían a Galicia traían consigo plantas típicas de los climas tropicales. También encontramos plataneras y aguacate", relata Cremades. De hecho, asegura que "pese al mal clima que tenemos, ha habido una tendencia a plantar cítricos".

Adaptadas al viento

En ese sentido, el catedrático de la UDC detalla que, contrariamente a lo que se pudiera pensar, las palmeras sobreviven bien en Galicia debido a las "temperaturas suaves" que se viven en el litoral.

Además, apunta que las palmeras disponen de una "morfología adaptada al viento" para sobrevivir en lugares donde hay huracanes: "Son elásticas, su tallo es flexible, se comban, pero no les pasa nada", explica, por lo que son capaces de adaptarse a la costa gallega y soportar los fuertes vientos del nordés.

Así, estas palmeras se encuentran repartidas tanto en las propiedades que adquirieron estas personas a su vuelta, como las que se pueden ver en las residencias de la Avenida de La Habana de A Coruña, pero también desperdigadas por otros puntos de la ciudad, siendo algunas de propiedad municipal.

Palmeral de los jardines de Méndez Núñez en A Coruña

No obstante, esta especie se encuentra desde hace años amenazada por la expansión del picudo rojo, un escarabajo que las ataca desde dentro y que ha reducido notablemente el número de palmeras que hay en la ciudad.

Palmeras amenazadas

El picudo rojo es "un escarabajo tropical que llegó a Italia y de ahí pasó a otros países europeos", relata Cremades. "Las palmeras tienen un penacho del que salen las hojas, el picudo pone huevos ahí y las larvas se comen la palmera por dentro", detalla.

Cuando el picudo "se hace con la palmera" se quedan "mustias", y una vez extendida la infección "es muy difícil de tratar", asegura.

En A Coruña este escarabajo ha terminado con hasta 19 palmeras que han acabado siendo taladas en zonas como la Ronda de Nelle, Barrio de las Flores, Elviña, Ventorillo o A Grela; y el Concello asegura que en estos momentos continúa trabajando para "combatir al picudo".

En concreto, el Ayuntamiento señala que se están tratando alrededor de 80 palmeras que hay repartidas en las plazas y parques de Méndez Núñez, Cementerio de San Amaro, Azcárraga, Atochas, así como en la Plaza de Portugal y la zona de Santa Lucía.

A este respecto, Cremades lamenta que las palmeras "públicas" suelen recibir mayor atención, no así las que se encuentran en propiedades privadas. "Hay palmeras emblemáticas o muy antiguas que se controlan más, pero la gente que las tiene en su propiedad normalmente no invierte dinero en salvarlas", apunta.

De hecho, el Concello detalla que se han detectado unas 15 palmeras con síntomas en propiedades privadas de Riazor, Ciudad Jardín, Oza, Eirís, Palavea y Ciudad Vieja.

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