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El impacto de perder capacidad auditiva: usar audífonos como solución

El centro Adrián Salgado en A Coruña ofrece un servicio personalizado y facilidades de pago para comenzar a oír mejor gracias a los audífonos

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La pérdida auditiva se produce por diversos motivos y puede ocurrir a cualquier edad, pero ¿Qué consecuencias tiene en nuestra vida diaria y cuándo decidimos recurrir al audífono para solventar el problema?

La falta de audición provoca situaciones de aislamiento e incluso depresión ya que por la reticencia a utilizar algún mecanismo que corrija esta, las personas que la padecen comienzan a no relacionarse por miedo, por ejemplo, a no responder a lo que le preguntan. Las personas mayores que no utilizan audífonos pueden tener un mayor riesgo de padecer demencia según un estudio de la Universidad de Shandong (China).

Sin embargo, no solo en edad avanzada se produce esta falta de audición. El 75 % de los habitantes de ciudades industrializadas padecen algún grado de sordera o pérdida auditiva causada por exposición a sonidos de alta intensidad. Así lo indica la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). La OMS (Organización Mundial de la Salud) predice en base a sus datos 700 millones de personas necesitarán atención otológica y para mejorar su audición en el futuro más próximo.

Centro Adrián Salgado, facilidades y personalización para los audífonos

Ana Vázquez Amor es óptico optometrista y directora del centro de Adrián Salgado en A Coruña. Allí prestan servicio de pruebas auditivas e indican si los usuarios necesitan audífonos. Ana indica las diferencias en cuanto a “ver mal” y “oír mal”: “Es cierto que cuando tenemos un problema en la vista acudimos rápido pero cuando no oímos bien solemos ser un poquito más reticentes y podemos tardar años en ponerle solución. En España una persona puede tardar hasta siete años en admitir que necesita audífonos”.

Cada persona es diferente, por ello establecen una personalización concreta a través de una Categorización Psicoacústica. La óptico optometrista Ana Vázquez señala en qué consiste esta prueba: “nos permite medir la ganancia que necesita el paciente en lugar de realizar una estimación en el ajuste de los audífonos que es lo que se suele hacer más tradicionalmente. Así se establece un ajuste mucho más personalizado” asegura.

Pero antes de ponerse cualquier audífono, existe un procedimiento a seguir. El primer paso es ver el oído por dentro para comprobar si existe algún tapón de cera o alguna anomalía similar. Después de una Timpanometría posterior, el paciente también se debe exponer a una serie de estímulos, como explica la experta Ana Vázquez: “se pasa a una cabina insonorizada con cascos y se le somete a sonidos de diferentes intensidades”. Por último, a través de una Logoaudiometría, lo que se emiten son palabras para conocer cuál es la comprensión. 

Después de este proceso, si se considera que la persona necesita audífonos, en el centro de Adrián Salgado en A Coruña ofrecen todo tipo de facilidades, como indica Ana: “cuando comprobamos que una persona necesita audífonos le damos unos de prueba sin ningún compromiso y ofrecemos el pago a plazos” destaca. Existen diferentes tipos de audífonos. Unos se colocan detrás de la oreja y cuentan con un cable fino llamado auricular que se coloca dentro del oído. Los audífonos que se colocan dentro del oído. La óptico optometrista Ana Vázquez indica que “se recomiendan unos u otros en función de los hábitos de vida y tipo de pérdida”.

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