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A chave, los orígenes del juego del norte de Galicia

La comunidad gallega cuenta con diferentes modalidades y numerosas ligas que continúan fomentando la práctica de este deporte cuyo origen se remonta a la época de la Revolución Industrial
Torneo da chave en Santiago de Compostela.
Turismo de Santiago
Torneo da chave en Santiago de Compostela.

Galicia es una de las comunidades autónomas de España que más juegos tradicionales alberga en su folclore, y cuyo origen, en la mayoría de los casos, se encuentra en la Edad Media o las raíces celtas de la región. Según un estudio realizado en 2009 por la Universidad de Santiago de Compostela, en las cuatro provincias de Galicia se conservaban hasta 64 juegos y deportes tradicionales. A día de hoy, cientos de asociaciones culturales se encargan de fomentar su práctica para la recuperación y supervivencia de estos juegos que forman parte del patrimonio inmaterial y la identidad cultural del pueblo gallego

En el norte de Galicia, uno de los juegos tradicionales más populares y extendidos es conocido como A chave. En la actualidad, este juego de lanzamiento de precisión cuenta con diferentes modalidades en la comunidad gallega y con numerosos equipos y varias ligas asociadas a cada una de las mismas. La liga de A Coruña, por ejemplo, está organizada por la Federación Galega da Chave y depende de la Xunta de Galicia; con equipos de A Coruña, Culleredo, Carballo, Malpica o A Laracha. La liga de Santiago tiene la peculiaridad de disputarse por parejas y no por equipos; y en el caso de Ferroltera, el número de grupos adscritos es bastante grande. Ya en la zona sur de Galicia, la excepción la marca la liga do Grove, que aglutina varios equipos de la zona de Arousa y conforma la más activa de la provincia de Pontevedra. 

Origen de A Chave

Torneo da chave en Santiago de Compostela. Foto: Turismo de Santiago

A chave es un juego que suma varias décadas de historia a sus espaldas en Galicia y que parece tener su origen en tiempos de la Revolución Industrial, a mediados del siglo XIX. De hecho, según se cree, habrían sido los trabajadores del ferrocarril los inventores de este popular deporte, pues aprovechaban sus descansos para ejercitar su puntería contra una llave empleada para unir las traviesas con los raíles. Así habría surgido un juego que en sus inicios era conocido como "llave de vías. Lo cierto es que la mayoría de las hipótesis existentes sobre los comienzos del juego sitúan su origen en las localidades ferroviarias, y concretamente en Gijón. Poco a poco su práctica se iría extendiendo a otras zonas, principalmente de Asturias, el norte de Galicia y la región leonesa del Bierzo.

Reglas del juego

Llave típica en Santiago-A Coruña(Izq.), Ferrol (Centro-arriba), Asturias (Centro-abajo) y Ourense (Drch.). Foto: Museo del Juego

Para iniciarse en el mundo de a chave los jugadores únicamente necesitarán dos elementos claves: a chave (llave) y los pellos, o dicho de otra forma, unos discos de hierro. Es importante señalar que en Galicia, según el lugar donde se práctica, podemos diferenciar hasta tres modalidades diferentes del juego: chave de lengua o punta de lanza, típica de zonas de A Coruña y Santiago de Compostela; chave de horquilla, muy practicada en Ferrol; y chave en aspa, más propia de las regiones de Lugo y Ourense. También según la modalidad, el juego puede ser practicado en equipo o por parejas. Desde dos o tres parejas en Ourense hasta por equipos de cinco en Ferrol o dos parejas por partida como en el caso de Compostela.  

Las bases de este juego de lanzamiento y puntería son muy sencillas: A chave, en sus múltiples variantes, consiste en arrojar unos pellos sobre una llave para hacer girar las aspas o derribar la lengua (en función de la estructura) y que se sitúa a una distancia mínima de 10 a 15 centímetros. Las llaves pueden estar formadas por una barra metálica con aspas u horquillas o por una lengua de hierro sobre un cilindro que se apoya en el suelo, como suele ser en el caso de A chave en el norte de Galicia. El objetivo final es dar con los pellos en la llave el mayor número de veces que sea posible hasta alcanzar la puntuación de 60 puntos. Además, para poder ir sumando puntos las palas deben dar al menos una vuelta completa. 

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