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Los vecinos de A Coruña urgen las obras de la calle Sol con San Andrés: "Es muy peligroso"

Denuncian que hay adoquines que sobresalen hasta 5 centímetros del suelo, un estado que provoca accidentes de forma habitual: el último la semana pasada con ambulancia incluida
Cruce de la calle Sol con San Andrés
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Cruce de la calle Sol con San Andrés
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María Nieto, propietaria de Novias Blanquita, ya no se sorprende cuando le informan de que han reventado su escaparate. En los últimos dos años los autobuses urbanos de A Coruña han fracturado el cristal de su negocio hasta en cuatro ocasiones. El motivo es que el giro de la calle Sol con San Andrés es demasiado estrecho, lo que ha obligado al establecimiento a renovar su escaparate en más de una ocasión.

Cree que la conversión de la vía en un bulevar podría ser la solución, pero no confía en la ejecución de la obra: "Siempre va a ser en los próximos meses, pero nunca se hace", explica. El proyecto al que se refiere María Nieto se conoció en 2020. Sin embargo, no se licitó hasta finales de 2022.

Un año después, desde María Pita aseguran que la obra está adjudicada y "comenzará muy pronto". Las mismas fuentes apuntan a que se producirá a comienzos de 2024.

Cruce de San Andrés con la calle Sol

Badenes profundos: "Nos dejamos los bajos"

La falta de espacio para que los coches maniobren no es el único problema de este tramo urbano de A Coruña. El mal estado de la carretera hace que muchos coches, furgonetas y camiones "se dejen los bajos en San Andrés", en palabras de Cristina, una comerciante de la zona.

El pavimento data de 2012 y en un inicio no estaba pensado para soportar tanto tráfico rodado, especialmente el pesado: autobuses, camiones y furgonetas. Sin embargo, en 2021 el Gobierno Local decidió recuperar el cruce de la calle Sol con San Andrés como lugar de tránsito del servicio de transporte urbano. La asociación de vecinos del Orzán reconoce que fue una buena decisión, pero entienden que primero debería haberse habilitado la zona.

"Es mejor opción que pasar por rúa Alta, pero hay que adecuarlo a la actividad que soporta", defiende el presidente de la asociación, José Luís Méndez. Mientras tanto, recuerda que no son quejas puntuales, ya que llevan meses denunciando la situación.

Con el paso de los años, el peso de los vehículos y de las lluvias ha provocado grandes boquetes en la vía que entorpecen e incomodan a coches y peatones. En invierno es habitual que se formen grandes bolsas de agua y, si no se está atento, es muy probable ser víctima de una buena 'ducha'.

Aceras: "El autobús pasa a 20 centímetros de los peatones"

Los turismos y camiones ven día a día cómo los bajos de su vehículo se resienten, pero los conductores no ven peligrar su integridad física. Sí lo hacen los peatones. Las baldosas del cruce de la San Andrés con la calle Sol están en muy mal estado, e incluso llegan a sobresalir "cuatro o cinco centímetros", según cálculos de José Luís Méndez.

Bajo este escenario es habitual que vecinos y clientes de la zona se tropiecen: "Tienes que ir mirando para abajo porque si no lo haces te la pegas", cuenta el presidente de la entidad vecinal. Sin ir más lejos, la semana pasada una ambulancia tenía que hacer una parada en San Andrés para auxiliar a una persona mayor que había sido víctima de un tropiezo. Afortunadamente no tuvo que ser trasladada al hospital y todo quedó en una amarga anécdota, según cuentan vecinos y comerciantes de la zona.

Las personas mayores y los niños son el colectivo que más preocupa, pero ningún peatón está libre de salir trasquilado de un paseo por la calle Sol. "Es una calle que conecta Orzán y el Paseo Marítimo con San Andrés, es muy utilizada por los peatones", recuerda Méndez.

Actualmente, uno de los principales problemas que ubican vecinos y comerciantes es la falta de límites entre calzada y acera. Tanto San Andrés como la calle Sol son plataformas únicas. Es decir, el nivel del suelo es el mismo para la carretera que para la acera. Este hecho, sumado a que la calle es muy estrecha, provoca que muchos coches invadan la zona de los peatones. Concretamente el margen derecho, en el que se ubica Novias Blanquita. "Los camiones y los autobuses pasan todos por encima de la acera. Y pasan a 20 centímetros de los peatones. Eso hay que corregirlo", denuncia la asociación vecinal.

San Andrés convertido en bulevar: ¿Cómo será la vía en el futuro?

Así quedará la calle de San Andrés de A Coruña tras su reurbanización.

San Andrés se convertirá en un bulevar decorado por cerca de 300 árboles, según explicaba la alcaldesa, Inés Rey, a los medios de la ciudad hace ahora casi un año. El objetivo es que recupere la esencia que le caracterizó a finales del siglo S.XIX.

La vía estará ordenada en una plataforma única y contará con un nuevo firme adaptado a las necesidades actuales de San Andrés —soportar el tráfico rodado de miles de coches día a día, incluido camiones y autobuses—.

El proyecto tendrá un presupuesto de 3,6 millones de euros y un plazo de ejecución de un año. Inicialmente al Gobierno local esperaba poder poner en marcha la maquinaria en el segundo semestre de 2023, pero es una previsión que no se ha cumplido.

La nueva configuración de San Andrés no será peatonal, ya que coches y viandantes seguirán compartiendo espacio. Se mantendrá el tráfico rodado con un carril de circulación en cada sentido y los recorridos peatonales serán los protagonistas del proyecto gracias a la ampliación de las aceras que se prevé realizar.

La intención municipal es que el tráfico se corte de nuevo todos los fines de semana. Algo a lo que los coruñeses estaban acostumbrados hasta el pasado mes de septiembre, cuando el Ayuntamiento volvió a abrir permanentemente el tráfico porque las obras de reforma comenzarían "a corto plazo". 

Comerciantes de la zona como Óscar esperan ansiosos la reforma, aunque les gustaría haber visto un proyecto más ambicioso de peatonalización: "Cuanta más gente camine por aquí más gente se para a mirar el escaparate y más probabilidad hay de que compren", explica.

Otros propietarios como Natalia son más partidarias del modelo planteado por el Ayuntamiento, aunque está preocupada por "la falta de aparcamiento en el centro de la ciudad".

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