Las obras de la calle Igrexa de Ferrol arrancarán este mes: Racionalidad en la diversidad
El concello de Ferrol ha adjudicado las obras para la reurbanización de la calle de la Iglesia, en el tramo comprendido entre Carme y San Diego, a la UTE formada por Prosema Noroeste e Civis Global por 4.112.844,92 euros. La previsión, según ha avanzado el responsable del área de Urbanismo, Julián Reina, es comenzar los trabajos antes de que termine el mes de marzo.
Con un plazo de ejecución de 18 meses, es esta una de las actuaciones más destacadas del presente mandato y el objetivo pasa por ampliar el espacio de uso y disfrute de la calle por parte del peatón, con la clara voluntad de dinamizar el espacio público.
Dotar de homogeneidad al espacio
En relación al aspecto actual de la calle, la memoria justificativa del proyecto da cuenta de la heterogeneidad existente en los acabados de aceras y calzada en los distintos tramos de la calle y detallan que, en algunos casos, "coexisten tramos de acera resueltos mediante una única losa granítica dispuesta transversalmente a la edificación con otros que
presentan losas-losetas de mucho menor tamaño y bordillo granítico de remate".
Otra de las principales deficiencias detectadas es la resolución poco uniforme de los elementos de registro de servicios urbanísticos y la, según recoge la memoria, "falta de atención a despieces".
De este modo, se propone la creación de una calzada de 3,50 metros y dos aceras laterales de 4,00 y 2,60 metros respectivamente. La de mayor dimensión será la situada en el lado en el que se concentran la mayor parte de los edificios de carácter residencial.
En cuanto a los materiales, las zonas destinadas al tráfico rodado estarán acabadas con "hormigón tratado con adición de cuarzo y adictivo negro y un tratamiento superficial pulido in situ". Por otra parte, el pavimento de las aceras estará formado por loseta granítica de entre 70 y 100 cm de ancho y en el entorno de la concatedral de San Xiao se conservará la loseta histórica del firme.
Arboleda y mobiliario urbano
Según determina el proyecto, se conservarán los árboles existentes y se plantarán 140 nuevas especies que estarán dispuestas de tal modo que exista racionalidad y homogeneidad dentro de la diversidad, haciendo gala del carácter ilustrado de una de las primeras calles urbanizadas en el barrio de A Magdalena.
Habrá, siguiendo esta idea, 8 tipos distintos de árbol por cada manzana residencial y otras especies singulares emplazadas en las aceras de los edificios dotacionales, generando un patrón de color por cada manzana.
Se renovará la iluminación existente en las fachadas por una "única luminaria de doble brazo asimétrico" situada en la acera en la que se encuentran los edificios residenciales y que se completará con un sistema de iluminación hecho "desde el suelo". Además se incorporarán otros elementos como bancos y papeleras.
Al igual que en el proyecto de Pardo Baixo, los detalles serán cruciales y se propone una alternativa más estética a las tradicionales tapas de registro que quedarán ocultas bajo losetas graníticas, permitiendo el acceso a través de argollas de "latón naval".
