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La entrega de Meirás acerca las estatuas del Mestre Mateo a la Catedral de Santiago

La titularidad de las estatuas de los profetas Abraham e Isaac del antiguo Pórtico de la Gloria sigue judicializada: el Concello de Santiago las adquirió en 1948 y los Franco aseguran que se las compraron a un anticuario.
Las estatuas de Abraham e Isaac, del Maestro Mateo.
Xunta de Galicia
Las estatuas de Abraham e Isaac, del Maestro Mateo.

La entrega provisional del Pazo de Meirás al Estado tras 82 años en manos de Francisco Franco y sus herederos ha supuesto un hito histórico, pero aún queda por resolver el futuro de sus dos habitantes más célebres: Abraham e Isaac, las dos estatuas del antiguo Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago atribuidas al Mestre Mateo.

Las efigies de los dos profetas fueron adquiridas por el Concello de Santiago en 1948 por 60.000 pesetas y, de acuerdo con la versión municipal, trasladadas al Pazo de Meirás en los años 50. Los Franco, por su parte, sostienen que se las compraron a un anticuario cuyo nombre no recuerdan en una transacción de la que no hay factura.

Ahora, con el Pazo de Meirás en manos del Estado, que también es depositario de todos los bienes de su interior -incluidas las dos estatuas-, el Concello de Santiago y la Xunta de Galicia han constituido un grupo de expertos para trabajar en la recuperación de Abraham e Isaac.

La demanda presentada por el Concello de Santiago en 2017 ha sido desestimada por un juzgado y por la Audiencia Provincial de Madrid y ahora mismo está siendo estudiada por el Tribunal Supremo.

Sin embargo, la opción con más posibilidades parece la de la apertura de un nuevo proceso judicial en el que se puedan aportar como pruebas nuevos documentos que han aparecido desde la celebración del primer juicio y que acreditarían que las estatuas pertenecían al Concello y hubo un proceso de ocultación de documentos para hacerlas pasar como propiedad del dictador.

Las estatuas

Estatuas de Isaac y Abraham, obras del Mestre Mateo.

Las estatuas de Abraham e Isaac -o de Ezequiel y Jeremías- formaban parte del Pórtico de la Gloria original y se situaban en su antesala, desmontada en 1521 para dar forma a la actual Fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago.

Las estatuas que decoraban las puerta laterales de aquella antesala fueron repartidas por la geografía gallega. Cinco de ellas, las de Abraham, Isaac, Enoc, Elías y Santiago, pasaron a ser propiedad del conde de Ximonde en el siglo XVIII.

Las dos primeras fueron adquiridas por el Concello de Santiago en 1948. Las de Enoc y Elías fueron adquiridas en 1956 por el Estado con destino al Museo de Pontevedra, mientras que la última, la de Santiago, se encuentra en un pazo de Pontemaceira.

Tras la venta al Concello de Santiago de las estatuas de Abraham e Isaac, su próxima aparición documentada se produce en la Exposición de Arte Románico de Santiago en 1961, donde son trasladadas desde el Pazo de Meirás y aparecen en el catálogo como "propiedad de S.E. el Jefe del Estado".

Estas dos estatuas fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en septiembre de 2019 por parte de la Xunta de Galicia, lo que les confiere un mayor grado de protección y obligado a sus propietarios a informar de cualquier movimiento, que debe ser autorizado por el Gobierno gallego.

En el inventario elaborado por los técnicos de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia por petición del Juzgado de Primera Instancia número uno de A Coruña figuran estas dos estatuas, que a día de hoy se encuentran en la capilla del Pazo de Meirás.

En su informe, los técnicos describen la estatua de Abraham como la de "un anciano de largas cabellera y barba, distribuidas con los mechones típicos de Mateo, que se presenta sedente, ligeramente vuelto hacia la izquierda respecto del espectador y descalzo, portando una cartela en la mano izquierda a la altura de las rodillas y sujetando el manto que lo cubre con la derecha. El patriarca parece vestir una túnica por debajo del manto".

Por su parte, la de Isaac "iconográficamente manifiesta un gran paralelismo con la anterior, presentándose casi idéntica en efecto espejo, como corresponde a dos esculturas concebidas para estar enfrentadas; la diferencia mayor entre ambas se encuentra en la expresión y en la cartela que, en este caso, lleva con la mano derecha a la altura del pecho mientras la señala con la mano izquierda".

El primer juicio

Las estatuas en su actual ubicación, en la capilla del Pazo de Meirás (Xunta de Galicia).

El Concello de Santiago inició a finales de 2017 una ofensiva legal para recuperar las estatuas de Abraham e Isaac, aunque hasta ahora no ha dado sus frutos: tanto el Juzgado de Primera Instancia número 41 de Madrid como la Audiencia Provincial de la misma comunidad han fallado a favor de los Franco.

En el juicio, el Concello de Santiago presentó una escritura notarial que documentaba la compra en 1948 de las dos estatuas a un descendiente del Conde de Ximonde por un precio de 30.000 pesetas cada una; el contrato fijaba una indemnización de 600.000 pesetas en caso de que abandonasen el municipio.

De acuerdo con la versión defendida por el Concello, las estatuas habrían sido trasladadas al Pazo de Meirás después de que Carmen Polo, esposa del dictador, las viese durante una visita a Santiago con motivo del Año Santo de 1954.

Por su parte, el abogado de los Franco aseguró que se las habían comprado a un anticuario, si bien no recordaban ni el nombre del mismo ni guardaban el recibo de la transacción. "Es una tradición oral familiar", aseguraban.

A pesar de no contar con documentación, tanto el juzgado como la Audiencia Provincial decidieron desestimar la demanda aduciendo que el Concello no presentó fotos demostrando que éstas estuvieran en la entrada del Pazo de Raxoi ni pruebas de la segunda parte de los pagos a los Ximonde.

El futuro

El Pazo de Meirás durante la visita para realizar un inventario (Europa Press).

Los próximos movimientos se decidirán en el seno de un grupo de expertos creado por iniciativa del Concello de Santiago y la Xunta de Galicia, que buscará valorar "acciones conjuntas para su reintegración al patrimonio", siempre según una hoja de ruta "sólida y consensuada, como se hizo en el caso del Pazo de Meirás".

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, entiende que el hecho de que el Estado sea depositario de los bienes del interior del Pazo de Meirás da "una mayor tranquilidad sobre la gestión de los bienes patrimoniales", mientras que la entrega del pazo da "un argumento más a favor" de que las estatuas vuelvan al patrimonio público.

La propia Consellería de Cultura ya había impedido el traslado de las estatuas el pasado mes de noviembre, cuando todavía estaba pendiente la realización del inventario solicitada por el juzgado competente.

En el mismo sentido se ha manifestado el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, quien entiende que las últimas resoluciones sobre el Pazo de Meirás "acercan más las estatuas al patrimonio público".

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