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¿Feliz? Navidad confinada: Así pasan estas fechas gallegos contagiados

Cuatro gallegos con edades comprendidas entre los 20 y 30 años, pasarán el 24 de diciembre en soledad y sin copiosas cenas debido a que contrajeron el coronavirus hace días

Este viernes de Nochebuena y el sábado de Navidad serán muy diferentes a los años previos a la pandemia, ya que por segundo año consecutivo el coronavirus está presente y en las últimas semanas se ha dado un repunte importante de contagios en las cuatro provincias gallegas. Por la comunidad circula actualmente la variante ómicron, la más contagiosa hasta ahora, lo que ha provocado que multitud de personas hayan dado positivo en la enfermedad con sus correspondientes mínimos 10 días de cuarentena.

Debido a lo que marca el protocolo sanitario en cuanto a los confinamientos de aquellos que se hayan contagiado, muchos deberán pasar estas fechas señaladas aislados y sin poder reunirse con los suyos. Uno de los grupos más afectados es el de entre 18 y 30 años y prueba de ello son los protagonistas de este reportaje, que han contado a Quincemil como vivirán estos dos días especiales que en ningún caso esperaban pasar de esta manera.

June Carabel, 23 años (Corme, A Coruña)

Fuente: CEDIDA

La joven estudiante supo de su positivo en coronavirus el pasado sábado, 18 de diciembre, y es la primera vez que se contagia. "Estouno vivindo ben porque non teño moitos síntomas, aínda que perdín un pouco o gusto e o olfato, é algo aburrido", explica resignada. Hace unos meses también estuvo confinada aunque no contagiada, llegando a no salir de casa en 22 días.

Recibió la segunda dosis de Moderna el pasado julio y rememora con nostalgia sus Nochebuenas prepandemia, cuando toda la familia se juntaba, llegando a celebrar cenas y comidas familiares de hasta 60 personas. Debido al coronavirus, desde hace un par de años los encuentros familiares se han limitado a sus padres, su hermano y ella, pero este 2021 será más extraño que nunca ya que ella pasará el 24 de diciembre confinada en la habitación de su piso de estudiantes de A Coruña y su padre en su dormitorio de la casa familiar en Corme (A Coruña).

Su madre y su hermano han dado negativo en las pruebas por lo tanto serán los únicos que se puedan reunir en esta fecha señalada. "Pensaba pasar a Noiteboa eu soa pero sen perder o espíritu navideño. Tentarei que algún coñecido achégueme á porta gulas ou langostinos, ovos recheos, turrón ou algún polvorón", cuenta sin perder el buen humor, a la vez que reconoce que "non quería amargarme e que fóra horrible este Nadal".

Durante la noche del 24 hará videollamada con sus familiares, sus primos y sus compañeros de piso y admite que conoce a más gente en su situación, como un amigo que dio positivo a la vez que ella y está en cuarentena en casa de sus padres, que han dado negativo. Parte de los pensamientos de la joven mañana estarán centrados en su padre, sobre el que cuenta que su madre le dejará una bandeja con la comida navideña en la puerta para que pueda disfrutar de los manjares aunque sea aislado y al otro lado de la pared donde se encuentran los suyos.

Alexandra del Castillo, 28 años (A Coruña)

Fuente: CEDIDA

La coruñesa asegura que se contagió el viernes 17 de diciembre durante una salida nocturna con amigos y que empezó a notar síntomas el lunes 20 de diciembre, fecha desde la que teletrabaja en su domicilio. Es la primera vez que da positivo en coronavirus y se ha vacunado con dos dosis de Pfizer. Sobre las Nochebuenas de la denominada "antigua normalidad", rememora que "se juntaban los 15 primos que son, seis tíos, sus padres y abuelos para cenar".

"Éramos unas 18 personas en casa de mi abuelo y llegaba más gente al acabar de cenar. Hacíamos fiesta hasta las cuatro de la madrugada cantando villancicos y jugando a juegos de mesa, era una cita brutal para todos", dice con nostalgia. Este 24 de diciembre debido a su confinamiento obligado por el coronavirus lo pasará sola en su casa y sobre la comida asegura que "no tiene ningún menú especial".

"Si pierdo el olfato y el gusto, que aún los conservo, comeré algún tipo de comida sana que no me suela gustar que así aprovecho y como coliflor por ejemplo", confiesa entre risas. Sobre el resto de la noche, concreta que hará una videollamada con sus padres y demás familiares y que al reparto de regalos se esperarán hasta el 30 o 31 de diciembre, la fecha en la que calcula que recibirá el alta si su PCR es negativa. Del Castillo asegura que conoce a más gente en su situación, principalmente amigos que salieron con ella el pasado fin de semana y que también se contagiaron.

Sin embargo, lejos de dejarse vencer por la pandemia, todos se han organizado para cenar online desde sus habitaciones, jugar a juegos e incluso brindar.

Sofía, 31 años (Santiago)

Fuente: CEDIDA

La joven natural de Santiago se contagió el pasado viernes y este lunes dio positivo en una PCR. Es la primera vez que contrae la enfermedad y está vacunada con dos dosis. "Hasta ahora había tenido la suerte de no cogerlo", asegura, a la vez que se muestra satisfecha porque "de momento los síntomas que ha tenido son leves como fiebre y congestión".

La Nochebuena normalmente la pasaba con su familia, sus tíos y primos, llegando a juntarse en la mesa unas 10 personas. Este año la cena no será tan numerosa y se limitará solo a ella, que estará confinada en la habitación de su piso de A Coruña, ciudad donde trabaja.

"No tengo pensado ningún menú especial pero a lo mejor intento preparar algo, aunque sea un postre que me haga sentir que salgo de la rutina", explica, al mismo tiempo que concreta que los regalos que tenía preparados los guardará "para cuando pueda reunirme con los míos". Sobre más gente en su entorno contagiada, asegura que conoce a varias personas en la misma situación y a otros que "han pasado el coronavirus recientemente y que han salido de la cuarentena uno o dos días antes del 24 de diciembre".

Gerardo Dorda, 28 años (A Coruña)

Fuente: CEDIDA

El coruñés se ha contagiado por primera vez este diciembre y está vacunado con dos dosis de Pfizer. Conoce a gente cercana del trabajo que está contagiada porque cogieron la enfermedad el mismo día y asegura que "no tiene ni tenía muchos planes para estas Navidades". Antes de dar positivo, su idea era cenar con sus padres y su hermana el 24 de diciembre, "algo especial sin mucha preparación" como unos ahumados, algo de marisco o un consomé, un plato que confiesa "es bastante típico en su casa", junto con las vieiras al horno.

"En Navidad, el 25 de diciembre, comíamos siempre lo que sobraba y preparábamos algo según la marcha para completar", cuenta. Sobre su confinamiento, cuenta que es especialmente importante no tener contacto con su familia dado que sus padres son mayores y su progenitor inmunodeprimido, lo que le convierte en un perfil de especial riesgo.

Sobre su dormitorio, cuenta que su cama es de grandes dimensiones, lo que no le deja mucho espacio libre, pero reconoce que "estos días los pasará bien porque no es una persona a la que le cueste mucho estar sola o que se aburra sin la compañía de otros". "Ya pasaron los peores días de la enfermedad y ahora estoy tranquilo. Me pasarán la comida en una bandeja y comeré solo en la habitación", explica con una mezcla entre ánimo y resignación y con la esperanza de poder recuperarse lo antes posible.

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