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El fichaje de la coruñesa Bea Mato por Greenalia es incompatible

La expolítica no puede prestar servicios a empresas con las que firmase contratos como conselleira hasta dos años después de su marcha
Beatriz Mato, candidata del PP a la Alcaldía de A Coruña en las pasadas elecciones.
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Beatriz Mato, candidata del PP a la Alcaldía de A Coruña en las pasadas elecciones.
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El fichaje de Bea Mato por la empresa Greenalia podría quedar en un hecho anecdótico. Al menos, hasta septiembre. Será entonces cuando se cumplan los plazos que dicta la Lei de Transparencia e Bo Goberno. La exconselleira sería la nueva directora de Responsabilidad Social Corporativa de esta compañía.

Bea Mato renunció en diciembre a su cargo como portavoz del Partido Popular en A Coruña y a todos sus cargos en el PP. Además, también había renunciado con anterioridad a ser conselleira de Medio Ambiente el 26 de septiembre de 2018. Lo hizo para centrarse en su carrera para ser alcaldesa de A Coruña, algo que no consiguió finalmente. Es por este motivo por el que no podría firmar un contrato con Greenalia hasta septiembre.

La ley de transparencia gallega señala que los cargos públicos que renuncien a su puesto deberán dejar dos años de margen hasta poder prestar servicios a empresas privadas "relacionadas con expedientes sobre los cuales dictasen resoluciones en el ejercicio del cargo".

Durante el mandato de Bea Mato como conselleira, el Diario Oficial de Galicia publicó informes y autorizaciones para la planta de biomasa de Greenalia. Además, la coruñesa tampoco cumple una de las excepciones que contempla la ley. Se trata del hecho de haber trabajado con anterioridad a ejercer un cargo público en la empresa en la que se prevé incorporar. No es el caso y, por lo tanto, el fichaje de Bea Mato por esta pujante empresa gallega es, en todos los sentidos, incompatible.

Polémicas con Greenalia

Durante la estancia de Bea Mato en Medio Ambiente durante el gobierno de Alberto Núñez Feijoo en la Xunta, se produjeron ciertas polémicas con la empresa Greenalia Biomass Power. Por ejemplo, en el 2016 la Xunta decidió ampliar de 10 a 50 megavatios el límite de estas plantas de biomasa. Este hecho fue el que hizo posible que se instalase esta planta de Greenalia en Curtis.

Por otro lado, en febrero de 2018, la Xunta rechazó las alegaciones de asociaciones ecologistas contra la planta de biomasa de 50 megavatios en el polígono de Teixeiro (Curtis). Medio Ambiente le otorgó a esta compañía la autorización ambiental y descartó reclamar un análisis previos de disponibilidad y garantía del suministro de este centro que incinera biomasa forestal.

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