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El 30 de junio del 2005 es una fecha marcada en la historia de España. Ese día, hace ya 20 años, se aprobaba por primera vez la ley de matrimonio igualitario que permite las bodas entre personas del mismo sexo. Un avance necesario que convirtió a este país en el cuarto del mundo en aprobarlo.

Solo unos meses más tarde, en octubre, Guillermina Domínguez y Stela Lama daban el "sí quiero" en Santiago de Compostela.

Estas dos gallegas fueron una de las primeras parejas homosexuales en contraer matrimonio en Galicia y probablemente las primeras mujeres en hacerlo.

"Lo vivimos espectacularmente felices. Era un avance social... era el sueño", resume Guillermina rememorando cómo recibió la noticia de la aprobación de la ley hace ya dos décadas. Nacida en los años 50, esta gallega vivió en primera persona la represión de la dictadura franquista. "Fue una etapa bastante fastidiada y de lucha continua. Después de toda esa lucha, llega San Zapatero y lo conseguimos. Nos pareció maravilloso", añade.

Con ella coincide su mujer, Stela, que recuerda que en ese verano del 2005 "bajamos a Madrid a celebrar el Orgullo".

Las dos recuerdan incesablemente que este tipo de leyes no suponen una obligación, sino que "están hechas para que la sociedad viva mejor y sea más libre. Para ser reconocidas y reconocidos".

El reconocimiento en los documentos tuvo que esperar algo más. Por eso, Guillermina y Stela tienen un libro de familia que califican de documento prácticamente histórico. Como todavía no se habían editado libros que contemplasen la opción de esposa y esposa, la señora que las atendió tuvo que añadir a la O de esposo un rabito para formar la A.

Unos avances "brutales"

En estas dos últimas décadas la pareja coincide en señalar que ha habido "avances brutales" en la normalización de las parejas del mismo sexo.

A modo de ejemplo señalan que hoy en día "dices 'mi mujer' y no te miran con cara de apestada"; una experiencia muy distinta a la que vivían cuando empezaron su relación.

Hoy en día dices 'mi mujer' y no te miran con cara de apestada

Guillermina Domínguez, pionera en el matrimonio homosexual en Galicia

Guillermina, que había estado casada previamente con el padre de sus tres hijas, explica que no dudaron ni por un segundo en legalizar su vida en pareja. "Nos daba reparo que pasara cualquier cosa, así que la situación nos pareció la idónea. Sobre todo por la ilusión que nos hacía el avance que era socialmente", explica.

Sin embargo, por las calles de Santiago donde residían entonces, los cuchicheos, las miradas y los rumores las perseguían. "Hoy ves a dos chiquillas cogidas de la mano y es lo más normal. A nosotras no nos verás a día de hoy cogidas de la mano. Lo que vivimos nos marcó", confiesa.

Stela, natural de Ourense, explica que "para mí ser lesbiana siempre fue lo más normal. Cuando empecé con Guiller y vi ese despropósito de gente, no entendía qué les pasaba".

Al igual que esta ley, Guillermina —como una de las protagonista de la historia y exprofesora de esta materia— cita otras legislaciones como la del aborto o la del divorcio, unas luchas que "hemos hecho la sociedad de ese momento y sobre todo las mujeres".

"Creo que determinadas leyes deberían estar blindadas para que no hubiera otra forma si viene otro Gobierno de modificarlas o tocarlas", añade Stela.

Las dos gallegas recuerdan cómo, hace 20 años, la ley se votó en el Congreso con la oposición del PP y Unió Democrática de Cataluña. Solo la diputada popular Celia Villalobos votó a favor.

"No nos olvidemos de que fue recurrida en el Constitucional", añade Guillermina antes de señalar acertadamente que "todo eso pasó ahí al lado, no es del siglo XVIII, aunque lo pueda parecer".

La lucha que no termina

Pese a los avances, ambas inciden en la importancia de seguir luchando para conservar los derechos adquiridos. Guillermina insiste en que "el problema es que los derechos se consiguen con muchas dificultades, y por desgracia se pueden ir en un segundo".

Como historiadora, subraya que "veo lo que está viniendo y me da mucha angustia. Hay que seguir luchando y por eso estamos aquí, peleando".

Los derechos se consiguen con muchas dificultades y se pueden ir en un segundo

Guillermina Domínguez, pionera en el matrimonio homosexual en Galicia

Cada mes de junio, coincidiendo con el Orgullo —que en su casa cercana a Santiago se celebra "todos los días"—, cuelgan la bandera del colectivo LGTBI "de siempre y la inclusiva". Este año, por primera vez, dudaron si hacerlo. "Lo hablamos pero dije: 'La pongo, pase lo que pase'", comenta Stela, antes de aclarar que en esta localidad siempre han sido bien recibidas.

"Es una cuestión más política y ciudadana que personal. Es como el feminismo. Si las feministas no seguimos peleando no se habría movido nada", completa Guillermina.

Esta profesora jubilada tiene clara la solución: la educación. "Yo explico la historia con espíritu crítico. Con contexto y memoria. La memoria es súper importante para todo", recalca.

Guillermina Domínguez y Stela Lama en la actualidad. Cedida

Su historia de amor comenzó con un intercambio de miradas. "Yo ya la tenía controlada", confiesa entre risas Stela. Las dos coincidían en distintos pubs de Santiago hasta que una noche de enero de 1999 decidieron dar el paso.

"Fue el regalo de Reyes. Tomamos un café y ya no nos dejamos", completa la historia Guillermina.

Este año, el de su 20 aniversario de bodas, será especial. Lo celebrarán acompañadas por amigos y familia y como hacen habitualmente: "Juntas, en casa y sanas".