Santiago de Compostela recupera poco a poco la normalidad tras el histórico apagón general que este lunes dejó a toda España sin luz. Según los últimos datos oficiales de Red Eléctrica sobre el proceso de reposición a las 07:00 horas, se ha recuperado en un 99,95% de la demanda de suministro eléctrico (25.79W) y el 84% en Galicia según el delegado del gobierno en la comunidad, Pedro Blanco.
Desde primera hora de este martes, los semáforos de la ciudad volvieron a funcionar con normalidad, sin incidencias en el tráfico. Los supermercados, que este lunes se vieron obligados a cerrar sus puertas, también están abiertos desde primera hora. Lo mismo ocurre con las farmacias, que en la pasada jornada vieron paralizada su actividad al no tener luz. Este martes recuperaron la actividad, con algún cliente preguntando si ya se podía pagar con tarjeta.
"Fue como un día del Apóstol"
En el lado contrario, negocios como Alimentación Victoria trabajaron a pleno rendimiento todo el día, con colas tanto en el interior del local como en el exterior. "Hicimos todo lo que pudimos, pero no pudimos atender a todo el mundo porque había mucha gente que estaba sin comer", comenta una de las trabajadoras. La aglomeración en el local comenzó poco después del apagón, en torno a las 13:00 horas, y aunque intentaron preparar más comida durante el día, agotaron existencias. "Fue un día caótico, fue como un día del Apóstol", señala.
Colas este lunes frente al Victoria.
Una situación similar a la vivida en varios 24 horas o panaderías de la ciudad, de los pocos establecimientos que consiguieron vender comida. En el caso de Forno de Compostela, reconocen que el día fue un caos. "La gente se llevaba lo que fuese, le daba igual que fuese integral o sin sal. En nada nos quedamos sin empanadas ni bocadillos y a última hora solo quedaban tres pasteles, nada más", comenta una de las trabajadoras. En su caso, notaron el boom al cerrar los supermercados, poco después de las 12:30 horas: "Fue una invasión, con largas colas".
Al cerrar los supermercados, la gente no solo compraba comida, sino también bebidas. El problema es que mucha gente, sobre todo jóvenes, no llegaron a ser atendidos al no llevar dinero en efectivo. Aún así, señalan que trabajaron hasta las 20:00 horas "cuando agotamos existencias y ya no teníamos más que vender".
Otro de los sectores que intentó mantener una relativa normalidad fue el de la hostelería. Locales como el Café Venecia, a pesar de no poder hacer cafés, contaron con afluencia de clientes. "Estábamos sin luz, pero como coincidía con un día soleado, la gente optó por la terraza", comenta la responsable del local. Una imagen que se repitió en muchas terrazas de la ciudad.
El interior del Café Venecia, este lunes.
"Perdí el día porque no pude cumplir los plazos"
La caída del suministro eléctrico también afectó a vecinos de la ciudad que trabajan para empresas internacionales como Ana, autónoma que trabaja Reino Unido. El apagón general la obligó a suspender su jornada laboral, paralizando varios encargos. "Doy por perdido el día porque no voy a poder cumplir los plazos previstos para hoy", comenta. Una situación que solo le ha afectado a ella ya que en Reino Unido no se vieron afectados por el apagón.
En una situación similar se encontró Eva, que trabaja desde Santiago para una empresa con sede en Suiza. "Yo tuve que parar pero allí no han tenido ningún problema, siguieron trabajando con normalidad", ha explicado.
