La piscina municipal de Sada se ha convertido estas Navidades en un ejemplo de imaginación y compromiso con el reciclaje gracias a un nacimiento artesanal elaborado con materiales tan cotidianos como inesperados.
Churros de piscina, papel de magdalenas, macarrones, palillos de madera, una mopa, cartones de huevos o incluso la carcasa de una elíptica son algunos de los elementos reutilizados para dar forma a este belén, que demuestra que la creatividad no entiende de límites cuando se apuesta por una segunda vida para los objetos.
La iniciativa ha despertado la curiosidad y el interés de las personas usuarias de las instalaciones, que destacan el valor artístico y simbólico de una propuesta que une tradición navideña y conciencia ambiental, transformando residuos en piezas con significado.
