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En un día que debería ser alegre para A Coruña, en el que la Lotería sonríe a los coruñeses con algún que otro pellizco, nadie es capaz de olvidar la tragedia que sacudió a la ciudad el pasado sábado, cuando una joven moría a manos de su compañero de piso en el número 28 del Paseo de Ronda.

Pero lo peor fue para las otras dos ocupantes de la vivienda, quienes tuvieron que vivir uno de los momentos más difíciles de sus vidas cuando la persona con la que residían sufrió "una especie de brote" y terminó, presuntamente, con la vida de su compañera, de veintipocos años.

Los cuatro convivían en este piso de estudiantes que se alquilaba por habitaciones. Según ha podido saber este medio, ninguno pasaba de los 25 años. Algunos incluso venían de fuera, pero estudiaban o trabajaban en A Coruña.

Aunque todavía no han trascendido datos oficiales de la investigación, esta mañana se pudo ver al supuesto agresor acudir al lugar del crimen, donde en las últimas horas habría apuñalado en el cuello a su compañera, con la que vivía pared con pared. Acompañado por agentes de la Brigada Judicial de la Policía Nacional, procedía a recrear lo que sucedió a mediodía del sábado. O, al menos, aquello que recordaba.

El joven llevaba días comportándose de manera extraña. "Decía que escuchaba voces y que lo perseguían", cuenta una testigo que se puso en contacto con las víctimas que sobrevivieron en la vivienda.

Al parecer, los hechos se repitieron ese mismo sábado, aunque esta vez actuando de manera agresiva. "Se volvió loco. Empezó a destrozarlo todo, a tirar muebles..." llegando, incluso, a lanzar cosas por el patio de luces, según explican las mismas fuentes a Quincemil.

Asustadas, dos de las compañeras de piso se encerraron en una habitación. El presunto agresor comenzó a aporrear la puerta, hasta que se dio cuenta de que la otra integrante de la casa se había quedado fuera. Fue, supuestamente, en ese momento cuando "fue a por la chica", que más tarde perdería la vida.

En ese momento en el que nadie estaba mirando, la joven fue apuñalada en el cuello, causándole una herida mortal. La policía la encontró en el suelo del rellano perdiendo mucha sangre y la bajaron hasta el portal a la espera de la ambulancia.

Uno de los agentes intentó taponarle la herida con las manos, lo que ayudó a que llegase con vida al hospital. Varios testigos vieron al propio policía salir con las manos ensangrentadas.

En algún momento del transcurso de los hechos, el joven prendió fuego al colchón de una de las habitaciones. Lo que provocó la gran humareda que se vio desde varios puntos de A Coruña. Nadie se imaginaba desde sus casas la historia que habría detrás.



Mientras la casa ardía, las dos compañeras permanecían encerradas en la habitación. Las llamas cada vez iban a más. Dos policías arriesgaron su vida para sacarlas de ahí, resultando también heridos. Finalmente, todos pudieron salir prácticamente ilesos. Excepto la joven de la puñalada, que no sobrevivió a la noche del sábado y falleció de madrugada en el hospital.

Se desconoce el origen del fuego

Otras fuentes del portal vecino, que comparte patio de luces con el piso donde sucedieron los hechos, aseguran que pudieron ver cómo la policía sacaba al joven detenido, en ese momento, por tentativa de homicidio.

Realmente no eran conscientes de lo que estaba ocurriendo todavía. Pensaban que todo se debía al incendio que había tenido lugar en la habitación que veían desde su ventana. Y es que no hay que olvidar que ardió la vivienda en la que pasó todo. De hecho, fueron las llamas las que hicieron saltar las alarmas de los vecinos.

"No me esperaba para nada esto", cuenta uno de los testigos que lo vivió todo desde la ventana. No se sabe por el momento cuál fue el origen del fuego.

El detenido pasa a disposición judicial

El joven detenido por la muerte de su compañera de piso ha pasado esta tarde a disposición judicial, a la espera de conocer el auto que dicte la jueza.

Este estaba siendo investigado por tentativa de homicidio, pero una vez muerta la joven, se espera que recalifiquen el caso, pudiendo pasar a tratarse como homicidio o asesinato.