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Hay un quiosco en A Coruña, no como los conocidos y casi extinguidos quioscos de prensa, que llena un vacío en el cruce de cinco calles en el centro de la ciudad, en un vértice donde comienza su ensanche.

La pequeña plaza de Ourense en la que confluyen Linares Rivas, Sánchez Bregua, Picavia, Fontán y Padre Feijoo protege en su núcleo un quiosco histórico que ha perdido uno de sus usos y ahora, con incertidumbre, espera tener otro.

Esta estructura singular es un espacio público de titularidad municipal que lleva 70 años en pie. El Concello ocupa uno de sus compartimentos para despachar entradas para espectáculos en una taquilla; el otro era usado hasta hace unas semanas por la Asociación Down Coruña a través de Down Experience SL como establecimiento hostelero.

Imagen sin datar de la plaza de Ourense, con el quiosco en el centro. Coruñeando

Todavía está pegado a un cristal un folio que informa de "descanso invernal", de "una pausa para tomar aire". La realidad es distinta: a comienzos de diciembre Down Coruña informaba del cierre del quiosco por la entrada de Down Experience en concurso de acreedores.

En el recinto trabajaban diez empleados, ocho con síndrome de Down o discapacidad intelectual, a los que la asociación brindaba la oportunidad de integrarse con normalidad en el mercado laboral. Empezó a funcionar en el verano de 2021, con los bocadillos de calamares como especialidad.

Ya con la renuncia a mantener la concesión, que había comenzado en 2024 y concluía en 2029, el Concello ha adelantado que está trabajando ya en los trámites para licitar nuevamente el espacio. La alcaldesa, Inés Rey, ha defendido que el próximo uso que tenga el quiosco "tenga también un marcado compromiso social".

Rey Pedreira y Vázquez Molezún

Aunque menor de tamaño, el quiosco de la plaza de Ourense no es un inmueble cualquiera. Su arquitecto es el responsable, entre otros, del mercado de San Agustín, el Palacio de los Deportes, el hotel Finisterre y el estadio de Riazor: Santiago Rey Pedreira.

Se trata de una construcción de planta circular de 7,50 metros de diámetro con láminas curvadas que forman una corona en la cubierta. Originalmente estaba diseñada en seis sectores, cada uno con un uso, revestidos con carpintería de madera pintada de blanco y pequeñas ventanas que remiten a las galerías características de la Marina.

Su construcción respondía al fin de crear un edificio polivalente que a lo largo de los años sirvió para vender flores, tabaco o prensa, con aseos y oficinas municipales. En días lluviosos, los coruñeses se han protegido bajo sus láminas mientras esperaban la llegada del bus urbano.

Plaza de Ourense, en A Coruña, antes de la construcción del quiosco. Archivo del Reino de Galicia

Rey Pedreira, que fue arquitecto municipal entre 1932 y 1954, optó por un estilo inspirado en los quioscos de prensa franceses que combina lo doméstico con lo vanguardista, abierto a futuras transformaciones en el ámbito o el conjunto de la ciudad. Con el paso de las décadas se convirtió en un reconocible punto de encuentro y en icono de la plaza, también de A Coruña.

El suyo no fue el único proyecto planteado para el centro de la plaza de Ourense. También en 1953, el arquitecto Ramón Vázquez Molezún ideó otras dos propuestas vanguardistas con un pabellón circular y otro triangular que incluían aseos, cocina y usos diversos, como cafetería.

Fin de etapa, más programas y alianzas

Los bocadillos de calamares, los cafés y el trato cercano de los empleados del quiosco de Down Coruña quedarán ahora como la huella más fresca de la plaza de Ourense, así como la que deja uno de sus chopos, retirado por enfermedad el pasado mes de octubre.

La asociación destacaba estos días que a lo largo de los cuatro años de trabajo ha conseguido el fin de servir de "lanzadera formativa en hostelería para personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales, permitiendo adquirir competencias laborales reales en un entorno normalizado".

El cierre del quiosco "cierra una etapa", añadía la entidad, pero en absoluto limita su función de "impulsar programas, alianzas y oportunidades que permitan que las personas con discapacidad intelectual accedan a un empleo digno, visible y estable".

Si el proceso de nueva licitación sigue su curso, pronto se conocerá qué nuevo uso tendrá el peculiar quiosco de la plaza de Ourense.