El pleno del Ayuntamiento de A Coruña aprobó este jueves la modificación inicial del plan municipal contra incendios, un documento que busca actualizar los protocolos de prevención y actuación ante un riesgo creciente marcado por el cambio climático y por los incendios que han castigado Galicia en los últimos veranos. Lo hizo por unanimidad, con el apoyo tanto del PSOE como del PP y del BNG.
La concejala de Medio Ambiente, Yoya Neira, defendió la iniciativa como una herramienta necesaria para anticiparse a situaciones que, dijo, "ya no son excepcionales". El número de fincas incluidas en el registro es de 1192, que pasarán a ser 2551 en cinco parroquias: Elviña, Oza, San Cristóbal, Visma y Courña, y afectará sobre todo a la zona de A Zapateira, Feáns y San Pedro de Visma.
Desde el BNG, Francisco Jorquera subrayó que la defensa del territorio y la lucha contra el fuego no son asuntos menores, y recordó que la falta de políticas sostenidas, la precariedad en los servicios estacionales de extinción y la proliferación de monocultivos siguen alimentando un problema estructural. En su intervención, alertó del estado de numerosas fincas cubiertas de maleza, la presencia de plumachos, montes descuidados y vertederos incontrolados.
"Algúns núcleos do municipio están casi comidos polo eucaliptos", denunció, al tiempo que citaba los avisos de vecinos de Novo Mesoiro sobre acumulaciones de basura en la zona. El nacionalista adelantó que el grupo presentará un ruego para actuar contra los residous acumulado en el entorno de As Rañas.
El debate tomó un tono más amplio con la intervención del concejal del PP, José Ramón Amado de la Fuente, que avanzó su voto favorable pero aprovechó para pedir medidas complementarias tirando de ironía.
Reclamó mayor vigilancia sobre incendios provocados por conflictos vecinales, mencionó la necesidad de revisar el cableado en el entorno del Poblado de Navidad María Pita que dijo que "avergonzaba" y pidió respeto hacia el trabajo de los funcionarios municipales, señalando que "donde hay chispas y malestar puede arder hasta la credibilidad" en referencia a situaciones en el área de urbanismo.
También exigió al Gobierno local que regule el sector del taxi y los VTC, alertó de que los atascos "recalientan" la ciudad y defendió que un Plan de Movilidad es imprescindible.
Cerró su intervención con un dardo: "Son magníficos tomando notas, luego las archivan como su presupuesto y no las ejecutan".
Neira replicó pidiendo "centrarse en la cuestión", recordando que en Galicia ardieron este verano 170.000 hectáreas. A Jorquera le aclaró que no todas las parcelas que se ordena desbrozar están cubiertas por el plan, ya que algunas siguen un régimen urbanístico diferente.
Aun así, insistió en que el Ayuntamiento está "encima de todos los propietarios", imponiendo multas, realizando limpiezas subsidiarias a través de Seaga cuando corresponde y actuando "con la mayor rapidez posible".
En este punto, remarcó que el Ayuntamiento ha recibido felicitaciones informales de la propia empresa pública por la agilidad en estas actuaciones.
También se refirió a los vertidos incontrolados, calificando la identificación de responsables como "un proceso muy complejo", aunque aseguró que se están realizando campañas de educación ambiental y controles junto a Seguridad Ciudadana.
"No es cuestión de echar balones fuera; es un trabajo arduo, burocrático y pesado", señaló, pidiendo a la Xunta que dote de más personal a los servicios que tienen las competencias firmadas "sobre el papel".
