Sacarse el carné de conducir de un turismo al cumplir los 18 años era uno de esos trámites que se daban por supuesto en el proceso vital de crecimiento y maduración de cada persona hace unos cuantos años.
Ese plástico, antes papel amplio rosado, era casi como un salvoconducto para abandonar la vida adolescente, dependiendo del transporte público o de que algún adulto te llevase a donde querías ir, y pasar a tener una independencia que dependía de la posibilidad de tener un turismo propio o poder echar mano de uno familiar.
No obstante, las tendencias van mudando y el sacarse el carné de conducir ya no es una prioridad para muchos adolescentes, aunque sí se ha detectado un leve repunte en las cifras de matriculación, tanto que las fechas de exámenes no llegan para todos.
La autoescuela Copaco, por ejemplo, confirma en conversación con Quincemil que sus datos de matriculación en este verano se pueden calificar de "buenos", especialmente tras unos años donde la actividad estival sí es cierto que se incrementaba con respecto al resto del año, pero no en las cantidades de hace una década.
"El parón de la segunda semana de agosto no ayuda"
La mayor problemática que detectan está en los exámenes: "Hay muy pocos, y el parón de la segunda semana de agosto no ayuda. Está claro que la gente tiene que descansar pero nos frena a la hora de seguir impartiendo clases y poder conseguir que los alumnos aprueben".
La solución, a su juicio, parece sencilla pero tiene un grado de complejidad: elevar el número de examinadores, que permitiría acelerar los procesos.
La autoescuela Llano, por su parte, confirma los números alcistas de Copaco. "Hay más demanda que en invierno, tenemos lista de espera ahora mismo y vamos gestionándola con toda la celeridad que podemos", explican en conversación con Quincemil.
"Vuelven las ganas de sacarse el carnet al cumplir los 18"
La gran problemática, a su juicio, radica en los turnos de examen, que no permiten sacar adelante a todo el volumen de alumnos de los que dispone ahora mismo y que muestran su interés en conducir y lograr esa libertad a la hora de movilidad.
Desde Llano, constatan una tendencia. "Vuelven las ganas de sacarse el carnet al cumplir los 18", confirman.
Sin embargo, esta tendencia no es la que detectan desde la autoescuela San Martín, situada en el ayuntamiento de Culleredo. "La matriculación es pobre, este año detectamos un ligerísimo repunte, pero no se acerca a los datos de hace años", dicen.
La gran problemática está situada en los exámenes, tanto en su "organización como en los turnos. No llegan para todos los alumnos que tenemos".
Las clases prácticas, el talón de Aquiles
Uno de los problemas que enfrentan algunos de los alumnos consultados por Quincemil es precisamente ese salto de la teoría a la práctica.
El aspecto teórico, que muchos solventan a través de una batería de test realizados de forma reiterada y otros a través del seguimiento del temario, puede organizarse en base a las disposiciones del alumno, pero el práctico ya es más complicado.
Así, no solo el número de profesores, sino el de examinadores, confluye para generar una situación complicada para muchos, que se ven atrapados entre la necesidad y el deseo de tener ese ansiado billete al asiento del conductor, y la realidad de que los tiempos no se adecúan a sus expectativas.
