La nueva ordenanza de movilidad sostenible, aprobada por el Concello, contempla la posibilidad de habilitar carriles reservados para el transporte público "en aquellas zonas donde el servicio lo requiera".
Una medida que no es nueva en la ciudad, pero que en su momento fue retirada tras las críticas de algunos usuarios.
"Non restrinximos, priorizamos", resumía la concejala de Movilidad, Noemí Díaz, al presentar esta normativa que busca reordenar el uso del espacio público con sentido común.
La ordenanza establece una jerarquía clara de prioridades: en primer lugar, las personas a pie; después, bicicletas y patinetes; luego, el transporte público; y por último, el vehículo privado.
El impulso al autobús urbano va más allá del posible regreso del carril bus. También se apuesta por la renovación de las paradas, con la incorporación de rampas para mayor accesibilidad. Y, además, los nuevos autobuses deberán ser eléctricos o de bajas emisiones.
La ordenanza ha sido aprobada inicialmente en el pleno municipal y ahora entra en fase de exposición pública durante un mes este verano, antes de su aprobación definitiva. Una vez publicada en el Boletín Oficial de la Provincia, entrará en vigor a los quince días.
Sin embargo, por el momento la idea de devolver a la ciudad el carril de bus es algo que se expondrá a estudio, por lo que podría pasar tiempo hasta que se hiciera efectivo.