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Las hemerotecas guardan la primera referencia al centro de salud de Santa Lucía en A Coruña hace diez años y siete meses. Entonces la Xunta de Galicia y el Gobierno de la ciudad tenían el mismo color político, el del Partido Popular. La instalación sanitaria, ubicada en el antiguo mercado de la zona, aún no existe, es un plan que recogen los planos técnicos y que espera por una inminente licitación después de que este jueves, en un paso decisivo, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) diera conformidad al proyecto de construcción.

Los capítulos que todo el proyecto ha registrado en más de una década han evidenciado la dificultad de su puesta en práctica, caracterizada por las discrepancias entre administraciones dirigidas por distintos partidos políticos y por el retraso en los trámites para su materialización. Ahora que la luz del final del túnel se ve más cerca solo hay que esperar por los últimos requisitos previos a su construcción.

Por un lado, Concello y Xunta, que financiará la obra, deben firmar un convenio que articule la actuación. Las dos partes han diseñado un borrador dentro de una comisión de seguimiento del proyecto y la alcaldesa, Inés Rey, ha comentado hoy viernes que la rúbrica se efectuará "lo antes posible". Una vez dado este paso, el acuerdo deberá ser aprobado por el Consello de la Xunta. La regidora envió un mensaje de "tranquilidad" a los vecinos.

A continuación, el Ayuntamiento procederá a sacar a concurso la ejecución del centro de salud con la rehabilitación del antiguo edificio del mercado, y tras la adjudicación comenzarán las obras. Nadie apunta plazos, aunque el deseo es que la licitación pueda quedar resuelta antes de final de 2025 y los trabajos arranquen poco después.

Para que estos próximos pasos estén ahora más cerca el proyecto del centro sanitario de Santa Lucía, que comprende la habilitación de algunos puestos comerciales y del centro cívico de A Falperra, ha tenido que ser supervisado por el Sergas. En los últimos días fue revisada la última documentación remitida por el Concello relacionada con el diseño del estudio madrileño Burgos & Garrido, responsable del proyecto que ganó el concurso de ideas convocado para desarrollar la intervención.

Retrasos por distintas causas

En octubre de 2014 el exalcalde Carlos Negreira y la conselleira de Sanidade Rocío Mosquera firmaron un protocolo de colaboración con las bases para el estudio de viabilidad de nuevos usos sanitarios en el mercado de Santa Lucía, con el fin de mejorar la calidad asistencial que los vecinos del entorno recibían en el ambulatorio de la calle Federico Tapia.

Imagen virtual del futuro centro de salud de Santa Lucía, con un atrio central en el edificio.

El calendario que establecía entonces el Concello pasaba por contar con el proyecto constructivo antes de 2015 y comenzar las obras en el último trimestre de ese año. Pero en 2015 ya no gobernaba el PP en la ciudad, sino Marea Atlántica, cuyo Gobierno encargó al autor del edificio y Premio Nacional de Arquitectura, Manuel Gallego Jorreto, el plan para encajar el nuevo proyecto. Este no encontró viable la compatibilidad de usos que promovía la Xunta (centro de salud, mercado, centro vecinal), que además pedía que el inmueble fuese lo más horizontal posible a pesar de que en la ciudad hay centros sanitarios de distribución vertical.

Desde entonces, diversas circunstancias retrasaron el proyecto de esta demanda vecinal histórica en el mandato de Marea y en los del PSOE: la Xunta rechazó el traslado de la instalación a otras parcelas municipales; las dos administraciones acordaron convocar un concurso para decidir un nuevo proyecto, que no solo tardó en convocarse y resolverse sino en formalizar el contrato al estudio de arquitectura ganador; y los proyectos básico y de ejecución también se redactaron con retrasos.

Plazos y financiación

La obra de Santa Lucía tiene partidas en los presupuestos de la Xunta desde hace años, recogidas en una consignación genérica para el desarrollo de este tipo de infraestructuras sanitarias, aunque la previsión autonómica es destinar un total de 4,4 millones de euros.

También cuenta con financiación municipal, tres millones, obtenidos en abril de 2023 del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana con fondos europeos en el contexto del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (Pirep), que también otorgaba la misma cantidad a la obra del mercado de Monte Alto.

Estas ayudas forman parte de una línea de subvenciones que obliga a que las actuaciones que se vayan a poner en marcha deban estar finalizadas antes del 1 de abril de 2026. Este plazo es demasiado corto para la ejecución de la obra teniendo en cuenta que todavía debe licitarse y ser adjudicada, si bien las administraciones podrían negociar una posible prórroga.